El hombre tras la 13° fortuna más grande del país¹ acaba de morir². Su legado es fácil de reconocer: entre las clases medias y altas de México es popularmente conocido el slogan “Liverpool es parte de mi vida”. Sin embargo, el hombre que por 30 años³ hizo crecer el emporio, Maximino Michel Suberville, solía moverse entre las sombras.
Michel Suberville fue un hombre influyente. A lo largo de su vida formó parte de una decena de consejos de administración en corporativos con gran peso económico en el país como Grupo Financiero BBVA Bancomer⁴, la institución financiera con la mayor concentración de cartera de crédito en México⁵; Fomento Económico Mexicano (FEMSA)⁶, la embotelladora de productos Coca-Cola más grande del mundo⁷; e Industrias Peñoles⁸, la mayor productora mundial de plata afinada⁹.
En 2009 la extinta revista Poder y Negocios reconoció su influencia al situarlo en el lugar 31 de 72 del ranking de consejeros más solicitados por los corporativos. Los llamaban los “Caballeros de la mesa del consejo”¹⁰; Max siempre fue uno de los más discretos.

El apoyo estratégico de la familia

Max Michel Suberville sentó los cimientos del emporio. En 1980, a tan sólo tres años de tomar la dirección, El Puerto de Liverpool se transformó en una sociedad controladora de acciones. El cambio le permitió introducirse en los mercados de tarjetas de crédito e inmobiliario¹¹; fruto de esta primera incursión se inauguró el Centro Comercial Perisur¹². Al finalizar su periodo como director y presidente del consejo de administración en 2004 el grupo sumaba siete centros comerciales y 46 tiendas departamentales, desde tres que recibió¹³.
La gran expansión de Liverpool fue entre 1999 y 2008. La cadena adquirió 11 almacenes del Grupo Salinas y Rocha y abrió 38 tiendas departamentales en diversas partes de la República¹⁴. En ese mismo momento Juan Bautista Guichard Michel -familia de Max Michel y actualmente consejero de la empresa- era vicepresidente y consejero de la junta directiva de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV)¹⁵.
Guichard es presidente de Grupo Financiero Invex¹⁶, otra posición clave para los intereses de El Puerto de Liverpool. El apoyo de Invex fue imprescindible para hacer crecer el segundo mercado en el que Michel incursionó: el crédito.
El segundo ingreso más importante de El Puerto de Liverpool¹⁷ son sus tarjetas de crédito. Con 3.5 millones de titulares¹⁸ la tienda departamental es el primer emisor de tarjetas no bancario en México, el tercero si se toman en cuenta a los bancos¹⁹. Mientras llegaba a esta cifra Michel Suberville estuvo en el consejo de administración de BBVA²⁰, banco español propietario de Bancomer²¹.

Sana relación con el gobierno

“[Los empresarios] tenemos suficiente contacto con el gobierno, pero no creo que esto sea en realidad muy importante porque funcionamos a nuestro modo y ellos funcionan a su modo. Realmente no queremos involucrarnos en la política”, declaró Michel Suberville en una entrevista que concedió al académico Roderic Ai Camp en mayo de 1985²².
A pesar de estas declaraciones Michel Suberville sí buscó influir en las decisiones del gobierno. El graduado de MIT y Harvard fundó en 1983 un organismo que velara por sus intereses y los de su grupo empresarial²³: la Asociación Nacional de Tiendas de Servicio y Departamentales (ANTAD)²⁴. El organismo hoy agrupa a las 106 cadenas minoristas más poderosos del país como Chedraui y Soriana²⁵.
La ANTAD defiende y promociona los intereses de los empresarios del retail. La asociación es una de las responsables del “Buen Fin”²⁶, réplica mexicana del Black Friday de Estados Unidos. La ANTAD también ha creado su propio indicador de ventas al menudeo que compite con el indicador del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Los indicadores suelen contradecirse: en diciembre de 2015 la diferencia fue de 4.2 puntos porcentuales a favor de los empresarios²⁷.

La familia Michel

Los Michel han ocupado las posiciones estratégicas en El Puerto de Liverpool durante los últimos 40 años. Max Michel Suberville comenzó su carrera en la compañía en 1954²⁸, y para 1977 se convirtió en director general²⁹, posteriormente en presidente del consejo de administración³⁰. Max David Michel, sobrino de Michel Suberville, heredó la presidencia en 2004. Max Michel González, el hijo, probablemente por su juventud, quedó a la espera³¹.
Siete de los 21 asientos del consejo de administración de El Puerto de Liverpool los controla la familia Michel. El consejero suplente que ocupará el lugar de Michel Suberville también es de la familia³². Los Bremond, la segunda familia al mando, tienen a su cargo tan sólo tres asientos y el resto lo completan apellidos habituales en la élite mexicana.
La familia Michel ha consolidado redes empresariales mediante el intercambio de asientos en consejos de administración. Los empresarios más allegados a los Michel son: Robert E. Denham, director de Chevron³³; Ricardo Guajardo Touché³⁴, expresidente de BBVA Bancomer; José Antonio Fernández Carbajal, presidente de FEMSA³⁵; Alfonso González Migoya, presidente de Volaris³⁶ y expresidente de Grupo Industrial Saltillo³⁷; y Armando Garza Sada, presidente de Grupo Alfa³⁸.
Max Michel también compartió mesa con su gran competidor, Alberto Baillères González, propietario del Palacio de Hierro y presidente de Grupo Bal³⁹. Desde los 26 años y hasta su muerte formó parte de la junta directiva de Grupo Nacional Provincial (GNP)⁴⁰. La confianza fue tal que Baillères incluso le encomendó la tarea de guardar el control interno de sus empresas, como presidente del comité de auditoría para Grupo Profuturo⁴¹ e Industrias Peñoles⁴².

Mirar desde la valla

En 2013 Michel Suberville fue incluido en la lista de millonarios de Forbes⁴³ y en el momento de su muerte era el decimotercero hombre más rico de México⁴⁴. A pesar de su riqueza y relaciones con la élite nunca se integró al Consejo Mexicano de Negocios (CMN). En la asociación empresarial más importante del país⁴⁵ se encuentran Alberto Baillères, peso pesado del Consejo y dueño de El Palacio de Hierro, y Carlos Slim Domit⁴⁶, hijo del segundo hombre más rico del mundo⁴⁷ y propietario de las tiendas departamentales Sears.
El 90% de los integrantes del Consejo deben aprobar la admisión de los nuevos miembros, explicó en abril 2015 el expresidente de la agrupación, Claudio X. González Laporte. En aquel momento entraron entre otros personajes que ni siquiera figuran en la lista de Forbes como Santiago Álvarez Vega de Laboratorios Pisa de Guadalajara o Laura Zapata de Envases Universales⁴⁸.
Uno de los criterios de selección de los nuevos miembros del CMN es que sus empresas no compitan directamente con las de sus integrantes, aseguró el director ejecutivo de la organización civil Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER), Benjamín Cokelet, estudioso del Consejo desde hace una década⁴⁹.
“Soy un ignorante en lo que respecta al efecto que tiene el sector privado dentro de las políticas de gobierno. No sé nada de eso”, dijo Max Michel en unas de las pocas entrevistas que concedió⁵⁰. Cinismo o realidad el empresario supo involucrarse con sus contemporáneos, manteniéndose siempre en un segundo o tercer plano. De su generación fue el único que no se enriqueció con concesiones gubernamentales o comprando antiguos monopolios estatales. Por eso pudo ser tan diferente.