Incertidumbre es una de las palabras que mejor describe la participación de funcionarios y empresarios al referirse al entramado legal que acompañará la apertura del sector energético. Durante el BNamericas 4th Mexico Electric Power Summit1 celebrado en la Ciudad de México el 10 y 11 de febrero de 2016, ambas partes expresaron abiertamente su preocupación por la ambigüedad legal y la prisa con que se está implementando la reforma energética en el sector eléctrico. Lo que no se dijo abiertamente es que las empresas podrían sacar partida del hueco legal.
El derecho de vía es uno de los tramites donde persiste una ambigüedad legal que podría generar un conflicto en el futuro. Una de las cuestiones fundamentales que define -o debería definir con claridad- la normatividad sobre el derecho de vía son los términos en que una empresa debe negociar con particulares -ejidatarios, comuneros, otros- para adquirir una franja de sus terrenos para la construcción de una obra: presas, tendido de líneas y gaseoductos, entre otros.
“El reto más grande en derechos de vía en México continúa siendo el lograr la transparencia en cuanto a los requisitos, plazos y procedimientos”, ya que la autorización del derecho de vía en algunas ocasiones implica a los tres ordenes de gobierno, apuntaba ya desde 2012 un informe de la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Clara Luz Álvarez2.
Los detalles de la regulación continúan en discusión. El 19 de abril se aprobó en comisiones del Senado una minuta que establece que los costos en que incurran los concesionarios de caminos y puentes, auto transporte federal y servicios ferroviarios para liberar los derechos de vía deben incluirse como parte de los costos totales de los proyectos a ejecutar3.
La posición de la Asociación Mexicana de Derecho de Vía es contundente: “Los derechos de vía son esenciales para que los distintos proyectos de infraestructura en nuestro país se concreten de manera eficaz y oportuna”, en palabras de su presidente, Jesús Rodríguez Dávalos4. El despacho de abogados de Rodríguez Dávalos está especializado en los sectores energéticos y de infraestructura5.

Las prisas de la CFE
La celeridad con que se implementan los cambios en la Comisión Federal de Electricidad (CFE) -mandatados en las leyes secundarias a la reforma energética- son otro factor que podría dar ventaja a los privados, listos para la apertura del mercado eléctrico mayorista.
En enero de 2016 la CFE anunció que se dividiría en subsidiarias y filiales6, las cuales competirán frontalmente con los privados. Tan sólo un mes después un funcionario del departamento de planeación de la CFE, Ramón Ávila, confesó ante los empresarios que acudieron al 4th Mexico Electric Power Summit que la empresa productiva de Estado tenía los tiempos “muy justos” para crear las nuevas instituciones independientes.
En abril -sólo dos meses después- la CFE anunció la constitución legal de nueve subsidiarias y una filial, pero sin cabezas7. La Comisión tiene poco más de dos meses para instalar los consejos de administración y nombrar a los directivos de las instituciones recién creadas.
Pero no será lo único que hará en ese tiempo. En transmisión de energía, por ejemplo, tendrá hasta el 30 de junio para decidir la redistribución de los activos físicos que conforman la Red Nacional de Transmisión, ello para que CFE Transmisión -una de las subsidiarias recién creadas y sin liderazgo aún- pueda tomar el control físico de la Red8.
Las subsidiarias CFE Distribución, CFE Transmisión, CFE Suministrador de Servicios Básicos y CFE Generación I, II, III, IV, V y VI deberán iniciar funciones a más tardar el 28 de junio de 20169. En este contexto comenzarán la competencia con los privados por los más de 38,000 MW de nueva capacidad que requerirá el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en los próximos 10 años10.

El potencial que las empresas reconocen
El nuevo mercado eléctrico tiene un gran potencial. Iván Oliveras del Sumitomo Mitsui Banking Corporation (segundo banco más grande de Japón) dijo durante el evento de BNamericas que los proyectos eléctricos en México son “bancables”. La afirmación se hizo a pesar de la falta de información sobre los contratos ya que se desconocen los topes en las tarifas eléctricas.
La demanda de energía eléctrica se proyecta a la alza: la previsión son 10,390 millones de pies cúbicos diarios para 2029 con una tasa de crecimiento anual de 1.05%, según la Secretaría de Energía. “La experiencia mexicana es muy particular en tanto que no existe otro país que haya transformado su industria energética en dos años a tal nivel (leyes, instituciones, recursos naturales, etc.)”, afirmó Severo López Mestre de Galo Energy en uno de los paneles del evento.
Al mismo tiempo que los privados vayan ganando terreno en el mercado eléctrico se irán detallando ambigüedades en las leyes secundarias, como las correspondientes al derecho de vía, y se irán consolidando las subsidiarias y filiales energéticas que competirán contra las multinacionales del sector. Un contexto propicio para desarrollar estrategias de captura del estado.

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