Investigación realizada a partir de información recibida a través de Méxicoleaks.

Un cheque por valor de 1.2 millones de pesos1 en concepto de liquidación y gratificación fue la conclusión de la relación entre Enrique Ochoa Reza y la dirección general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que quedó asentada en un dictamen con fecha del 8 de julio de 2016, el mismo día de su renuncia2.

“Considero que es legal, pero también considero que la participación y la organización de la CFE sobre cómo pagarle a sus trabajadores corresponde a un procedimiento que está establecido previamente y que yo la verdad no tengo más que ser sujeto pasivo de ella”, dijo Enrique Ochoa Reza en entrevista con Méxicoleaks.

El Manual de Trabajo para los Servidores Públicos de Mando de la CFE, artículo 33, contempla sólo dos formas de separación del puesto de trabajo; por voluntad propia o por liquidación. El 8 de julio de 2016 Ochoa Reza presentó su renuncia3 al presidente Enrique Peña Nieto, aludiendo a su ambición por contender para la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), al que está afiliado desde 19914.

“Esta persona cuando era servidor público renuncia a sus funciones de manera voluntaria. Es decir, el propio documento demuestra que no fue una tercera persona la que le pidió la separación sino que él mismo plantea su separación. En este sentido, de acuerdo al manual tendría que haber sido finiquitado con base a este supuesto de la renuncia voluntaria y no en el tema de liquidación”, dijo Manuel Fuentes, abogado laboralista de la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD) en entrevista con Méxicoleaks.

Recibe el cheque un mes después de su declaración 3 de 3

En su primer discurso como presidente del PRI Ochoa Reza dijo “tenemos que ser un partido que señale la corrupción de los gobiernos emanados de nuestras filas, que exija su fiscalización, incluso su destitución 5. Sólo habían pasado cinco días desde su renuncia pero, según documentación recibida por Méxicoleaks, el Sistema de Información de Estadística de Personal (SIEP) reflejó antes un cambió en su situación laboral: pasó de estar el 8 de julio en “separación voluntaria” a estar el 9 de julio bajo “reajuste”6.

Según Roberto Martínez, nombrado por Ochoa como abogado general de la CFE desde 20147, el cambio se trata de un trámite electrónico y no legal. “No existe un campo que diga liquidación, entonces este es el campo que se aplica internamente”, dijo en entrevista con Méxicoleaks.
Siempre en julio, el día 15, Ochoa presentó su declaración 3 de 3, ya como Presidente del PRI. Declaró que en 2015 sus ingresos netos fueron de 3.5 millones de pesos8, 2,052,478 pesos como director de la CFE y 1,4 millones por actividad industrial, empresarial o comercial9. No declaró que le pagarían un cheque por más de un millón de pesos, equivalente a un año de salario, a pesar que lo sabía desde el 8 de julio. Cuando el 13 de agosto Andrés Manuel Lopéz Obrador presentó su declaración 3 de 3, Ochoa lo acusó de mentir y se reforzó como promotor del Sistema Nacional Anticorrupción10.

A diferencia del resto de mexicanos, Ochoa no tuvo que esperar ni un día para que la CFE determinara el pago que se le daría por sus servicios. “Es algo extraordinario que el mismo día que renuncia, el mismo día se paga. Por lo general para la gente en los organismos de esta naturaleza los procedimientos de pago tardan una semana o un poco más de tiempo. Un trabajador normal pudiera tener que esperar hasta 15 días o más para que un trámite formal pudiera hacerse en ese sentido. Por supuesto que llama la atención el pago exprés o extraordinario”, comentó Fuentes.

El día 18 de agosto la CFE preparó un cheque por valor de 1,206,271.81 pesos a Enrique Ochoa. Seis días más tarde, el 24 de agosto, se leyó el convenio que asenta el término de la relación laboral y la liquidación, y Ochoa firmó que recibió el cheque que “comprende el pago de su liquidación por la terminación de la relación laboral, pago de prima legal de antigüedad por el tiempo laborado y una gratificación especial por los servicios prestados”, según el documento de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.

Contradicciones con el Manual

La dirección de la CFE se rige por el Manual de Trabajo para los Servidores Públicos de Mando11 de la empresa productiva del estado, que marca las dos formas distintas de separación de un puesto, y Ocha no es una excepción. Llama la atención entonces que en el documento emitido por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje firmó que su liquidación y gratificación era “equivalente a la más alta liquidación que establece el Manual”12 cuando su renuncia fue voluntaria.

El artículo 33 fracción I del Manual de Trabajo para los Servidores Públicos de Mando de la CFE estipula que a partir de los tres años de servicio y cuando la separación es voluntaria se puede dar una compensación. La fracción II del mismo artículo es la que habla de liquidación y contempla al menos 120 días de salario ordinario. Según dijo Arturo Zamora, senador del PRI, en entrevista con Méxicoleaks: “la liquidación es una consecuencia de la separación voluntaria”.
Ochoa Reza trabajó 2 años y 155 días en la CFE y se le dio una liquidación y gratificación de 1.2 millones de pesos. El actual Presidente del PRI siempre ha dicho que su salida fue voluntaria y para asumir el cargo en el partido. De acuerdo con el abogado Fuentes, a Ochoa Reza no le correspondía ni siquiera un finiquito por separación voluntaria por no haber trabajado en la CFE ni tres años.

Para el abogado general de la CFE no existe contradicción o ilegalidad alguna, toda vez que ese proceso de liquidación se ha aplicado siempre a los ex directores, mientras que para ellos el Manual de Trabajadores de Mando ni siquiera contempla la posibilidad de despedir a un director general.

Una practica habitual

“Desde que esta disposición está vigente en los últimos 15 años, se ha aplicado a todos los directores que se han separado, no hay una disposición preferente al Dr. Ochoa. Salvo el caso de Elías Ayub, que fue diferente porque fue jubilación”, justificó Héctor de la Cruz, director de administración de la CFE nombrado por Ochoa en su inicio como director general, en entrevista con Méxicoleaks.

Los 1,206,271.81 pesos corresponden a 120 días de Salario Diario integrado, más 84.86 días de salario a razón de 35 días por cada año de servicio prestado más la proporción de días excedentes, y 48.49 días de salario a razón de 20 días por cada año laborado más la proporción de días excedentes después de impuestos. Exactamente lo que marca el manual en caso de liquidación. Si se hubiera seguido la fracción I del manual de mandos, Ochoa se habría ido de la CFE solamente con 231,118 pesos, equivalentes a su antigüedad.

Para Ochoa el hecho de sumar a su cuenta por liquidación lo que habría ganado en nueve meses de trabajo y de que el proceso para los directores de la CFE desde hace 15 años sea diferente al que aplica al resto de sus trabajadores no mancha su campaña para promover instituciones más transparentes, empezando por el partido que ahora encabeza.

Modus operandi, ellos renuncian y CFE los liquida

Como argumentan en su defensa tanto Ochoa Reza como los representantes de la Comisión Federal de Electricidad, durante los últimos 15 años el reglamento de mando de la CFE ha permitido que los directores generales renuncien y aún así se les pague una liquidación con dinero público.

Documentos prueban que los registros de los últimos cuatro directores de la CFE también cambiaron su estatus de “separación voluntaria” a “reajuste”, como sucedió con Ochoa Reza. Antonio Vivanco Casamadrid fue director general de la CFE de febrero de 2011 a julio de 2012; Jaime González Aguade, director general de julio a diciembre de 2012; y Francisco José Rojas Gutiérrez, de diciembre de 2012 a febrero de 2014. Todos tuvieron un cambio en la forma de reportar sobre su situación laboral en el sistema de la CFE cuando renunciaron.13

Igualmente estos cuatro ex directores, al igual que Ochoa Reza, recibieron liquidaciones a pesar de haber sido una separación voluntaria. Antonio Vicanco Casamadrid trabajó como director general de la CFE durante un año y 132 días y tuvo una liquidación de 957 mil 552 pesos; Jaime González Aguade sólo estuvo 5 meses en el puesto y la Comisión le dió una liquidación de 687 mil 741 pesos14; mientras que Francisco Rojas estuvo un año y 66 días y se fue con 878 mil 973 pesos15 de dinero público como liquidación en el bolsillo, según muestran documentos de la CFE obtenidos por Méxicoleaks.

Según varias fuentes consultadas se trata de una práctica habitual en las paraestatatales, donde la dirección puede hacer y deshacer a su antojo, el único que puede hacerle rendir cuentas es el presidente de la república y guarda relaciones de conveniencia con el directivo que ha promovido para el cargo. Éste es un claro ejemplo del fenómeno llamado «capitalismo de cuates».

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