Méxicoleaks

La vista que ofrece la terraza del Palacio Nacional fue aprovechada por un director de área de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal1, Juan Humberto Rojo Molina,2 y otras cuatro personas para disfrutar del concierto de Roger Waters, celebrado el sábado 1 de octubre en la plancha del Zócalo capitalino, según información filtrada a través de Méxicoleaks. Mientras que 200.000 personas3 se presentaron desde la mañana para apartar su lugar, Rojo pone en evidencia al menos dos problemas: por un lado el abuso de poder que ejerció al ser funcionario público y utilizar un edificio nacional, sede de trabajo del Presidente de México, para fines recreativos; y por el otro, la laxitud en la seguridad del recinto, como para permitir que externos a esa sede hayan accedido a una zona que el resto de los mexicanos no conoce.

Según información confirmada por la alianza Méxicoleaks, al menos Alejandro Toscuento Hernández4, uno de los acompañantes de Rojo, era ajeno al Palacio Nacional. Toscuento fue compañero de Rojo pero dejó de trabajar en la Consejería Jurídica desde 2012, fecha de su última declaración patrimonial5.

Humberto Rojo al centro, de rosa. Alejandro Toscuento a

Humberto Rojo al centro, de rosa. Alejandro Toscuento a su lado, de negro

Una serie de fotografías enviadas a la plataforma de Méxicoleaks y otras que se encuentran en el perfil público de Facebook de Rojo dejan ver la evolución de la tarde y noche del sábado 1 de octubre desde la azotea de Palacio Nacional. Eran cinco asistentes y no fueron discretos, tomaron fotos con flash y Rojo Molina aparece fumando en una de ellas. Según el informante (Méxicoleaks no ha podido comprobarlo) se consumieron bebidas alcohólicas. En el perfil público de Facebook de Rojo existen vídeos del concierto; en uno de ellos comenta “así la noche en el Zócalo”6.

Humberto Rojo y Alejandro Toscuento

Humberto Rojo y Alejandro Toscuento

Rojo, quien puede percibir hasta 68 mil pesos netos mensuales por su trabajo7, y sus acompañantes estuvieron cerca de una puerta de acceso a la terraza según cálculos de mapeo hechos para esta investigación. Todas la fotos están tomadas de una misma posición que permite contemplar una vista completa del Zócalo de la Ciudad de México con dirección a la torre Latinoamericana, y muestran un espacio sin elementos de seguridad básicos como barandillas o cobertura de instalaciones.

Punto de las fotos

Punto de las fotos

Además de ser director de finanzas, Humberto Rojo forma parte en calidad de suplente del Comité de Ética de la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal8. El código de ética9 de dicha consejería marca que los trabajadores no podrán hacer uso del cargo y de las instalaciones para obtener beneficios personales “de cualquier tipo o bien para beneficiar o perjudicar a terceros”. Rojo se benefició a sí mismo y a sus acompañantes al invitarlos a disfrutar del concierto mientras que el resto de los mexicanos no tuvo esa oportunidad.
Seguridad interna repartida
El Palacio Nacional tiene entradas para las tres áreas de gobierno que conviven ahí: el Ejecutivo Federal, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, y la Secretaría de la Defensa Nacional. De igual forma la seguridad de uno de los espacios más importantes a nivel político, monumento histórico y emblemático del país, depende de diferentes cuerpos de seguridad de esas tres dependencias. La azotea no está abierta al público ni se suele habilitar para eventos especiales, según informó Ignacio Martínez Arias, General Brigadier del Estado Mayor Presidencial10.
A decir del general Martínez, los funcionarios públicos que trabajan en ese edificio tienen derecho a subir a la azotea, pero no así los externos. Sin embargo, el general se contradice al explicar que el hecho de que Rojo haya llevado a externos “no se considera una violación a la seguridad. Ellos debieron seguir el protocolo para entrar al Palacio si la persona los pasó como conocidos de él”. Martínez se negó a dar detalles sobre ese protocolo, pero asegura que existe. “No se lo puedo decir, son protocolos de seguridad, muy propios de nosotros, no los puedo hacer públicos. Sí hay una serie de pasos, pero no se los voy a decir”, afirmó a Mexicoleaks.
El encargado de la seguridad del Palacio Nacional desde el Estado Mayor Presidencial aseguró que el concierto de Roger Waters “no era considerado un evento de riesgo”, a pesar de superar la expectativa de 120 mil asistentes y del hecho de que hubo algunos conflictos entre la policía y la gente que no pudo acceder al Zócalo11. “No hicimos nada, seguimos con nuestra seguridad como siempre. El evento fue fuera de Palacio, no nos afecta en nada”, agregó Martínez.
Vallas, sólo por afuera
El evento masivo que juntó a 200 mil personas para escuchar a una leyenda del rock psicodélico contó con protocolos de seguridad por parte de Protección Civil de la Ciudad de México; sin embargo, a decir de Bruno Nuñez12, Jefe de la unidad departamental de planes de emergencia de Protección Civil de la Ciudad de México, el espacio interno de Palacio Nacional no es injerencia de la oficina para la que trabaja.
La seguridad externa consistió en un cerco con vallas para habilitar un pasillo de circulación para la gente y al mismo tiempo proteger el exterior de los edificios que rodean la plancha del Zócalo: Palacio Nacional, Catedral, Ayuntamiento y Asamblea.
Igualmente, Nuñez afirma que Protección Civil no tiene la necesidad de ubicar a personal de seguridad en los puntos más altos de los edificios. “Lo que pasa es que nosotros tenemos un enlace en la base del Zócalo, que es en el edificio de gobierno en el piso 2. Desde ahí se ve todo. Ahí hay un monitor que baja las imágenes del C-2 Móvil. No es necesario poner a gente en las azoteas”, dijo a Méxicoleaks.
Ante las preguntas de los reporteros de Méxicoleaks, Humberto Rojo no quiso contestar sobre cómo accedió a la azotea de Palacio Nacional, la identidad de sus acompañantes y cómo hizo para que accedieran al recinto. La única respuesta del funcionario fue que “no estaba autorizado a dar información al respecto”, aunque él mismo aparece en las fotografías.
Este es un caso más en el cuál los funcionarios públicos se benefician de su posición, haciendo extensivos sus privilegios a sus círculos cercanos y actuando con total descaro frente al público. Esos privilegios se encuentran en todos lo niveles y muestran como las élites políticas y económicas actúan con total impunidad y son protegidas por el aparato funcionarial. México ha de empezar a combatir estos comportamientos y a asegurar un trato igual a todos los ciudadanos.

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