Parecería que PEMEX es el único dueño del gasoducto Los Ramones, pero en menos de un año la petrolera mexicana articuló una red de alianzas con empresas privadas y perdió el control de una de las infraestructuras clave del país. PEMEX vendió sus participaciones en la mayor parte de sus subsidiarias involucradas en la construcción de Los Ramones, de tal forma que desde 2016 en realidad el gasoducto es, además de PEMEX, propiedad de los fondos de inversión extranjeros BlackRock y First Reserve y de la energética Sempra-IEnova¹.
El gasoducto forma parte de una estrategia de importación de gas, pues se interconecta en la frontera de Texas con el ducto Agua Dulce-Frontera para importar la sobreproducción de las cuencas de gas de lutitas de Estados Unidos. Atraviesa los estados de Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí, Guanajuato y Querétaro y transporta 1,430 millones de pies cúbicos diarios de gas natural a lo largo de 854 kilómetros². Tuvo un costo de 1,200 millones y lo construyó un consorcio conformado por Arendal, Odebrecht y Techint³.
TAG Pipelines Norte, una subsidiaria de PEMEX, es quién empezó el proyecto. PEMEX TAG Pipelines Norte es propiedad de TAG Norte Holdings, esta última empresa a su vez es propiedad de Gasoductos de Chihuahua (GdeC) con 50% del capital, P.M.I. Holding (asentada en Holanda) con 45% y TAG Pipelines con 5%⁴.

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Gasoductos de Chihuahua (controladora indirecta de TAG Pipelines Norte, subsidiaria que empieza el proyecto de Los Ramones II, la segunda parte de todo el gasoducto Los Ramones) se funda en 1997 como una joint venture entre PEMEX y Sempra, empresa estadounidense que en México opera como Infraestructura Energética Nova, S.A.B. de C.V. (IEnova). Dentro del esquema de PEMEX, Gasoductos de Chihuahua es una “compañía asociada” y PEMEX tiene una influencia significativa en ella pero no el poder para controlar decisiones financieras y de operación⁵.
El director general de Sempra-IEnova es Carlos Ruíz Sacristán⁶, director general de PEMEX en 1994 y titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) entre 1994 y 2000⁷. Actualmente Sacristán es miembro del consejo directivo de Southern Copper Corporation⁸, empresa filial de Grupo México. Desde 2010 hasta 2014⁹ fue parte del consejo de administración de OHL de México y ahí coincidió con Lozoya Austin, quien también era consejero y quien aprobó la construcción de Los Ramones como director de PEMEX.
En septiembre de 2016 Petróleos Mexicanos vendió sus intereses en Gasoductos de Chihuahua a Sempra-IEnova, pero no perdió control absoluto del gasoducto Los Ramones II. La venta de GdeC implicó que PEMEX, a través de Pemex Transformación Industrial, se volviera accionista al 50% de Ductos y Energéticos del Norte S.A. de C.V.¹⁰, empresa que hasta ese momento era una subsidiaria de GdeC¹¹ y la encargada de poseer el 50% de TAG Norte Holdings¹². Lo que significa que cuando PEMEX vendió su 50% de GdeC a Sempra-IEnova, siguieron siendo socios en Los Ramones II Norte a través de Ductos y Energéticos del Norte.
La compra de GdeC a Sempra-Ienova fue vista por la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE)¹³ como un peligro por provocar que la empresa privada dicte las reglas de la industria del gas natural en el país.

El poder de los fondos de inversión

BlackRock Inc, el mayor administrador de fondos de inversión, riesgos y consultoría a nivel global, con activos bajo administración por más 5.4 miles de millones de dólares en 2017¹⁴ y con participación en petroleras con proyectos energéticos en México, y First Reserve, un fondo de inversión de capital e infraestructura con sede en las Islas Caimán¹⁵. Ambos fondos de inversión entraron a la jugada en marzo de 2015 cuando P.M.I. Holdings les cedió, por medio de un pago de aproximadamente 900 millones de dólares, el 45% del total del capital de TAG Norte Holdings sin alterar el capital de Sempra-IEnova¹⁶ por lo que el 70% de los Ramones pasó a estar controlado por empresas privadas.
Tres meses después, en junio de 2015, el director comercial de la sección México de BlackRock, Isaac Volin, se convirtió en director general de P.M.I. Comercio Internacional¹⁷. Seis meses después P.M.I Holdings vendió la totalidad de la participación que tenía en TAG Norte Holding y TAG Pipelines Sur, encargada de construir la Fase Sur de Los Ramones II, a la empresa TETL México Sur, S. de R. L. de C. V.¹⁸, cuyos accionistas son BlackRock y First Reserve¹⁹.
First Reserve firmó en abril de 2015 un memorándum de “entendimiento y cooperación” para desarrollar proyectos conjuntos con un monto de inversiones hasta por mil millones de dólares²⁰. De este acuerdo se desprende la inversión de “Mexico Clean Fuels Infrastructure” un negocio conjunto con Petróleos Mexicanos para desarrollar combustibles en los activos de PEMEX²¹.
BlackRock adquirió en febrero de 2017 todos los fondo de energía de First Reserve (First Reserve Energy Infrastructure Funds). A finales de agosto de 2017, cuando la compra se haga efectiva, BlackRock manejará 14 mil millones de dólares en inversiones de la industria energética mundial y se convertirá en el socio mayoritario de los Ramones con un 45%, le sigue PEMEX con un 30% y por último Sempra-Ienova con un 25%.
El contrato de Los Ramones permanece como una incógnita, al no ser uno de los cuatro contratos que PEMEX pretendió abrir, con nombres y datos tachados, en abril de 2017. Así, los detalles sobre el control exacto del gasoducto, las restricciones para PEMEX y el alcance de operación de las empresas privadas se mantienen en secreto.

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Actualización: Desde 2017, BlackRock es dueña del 45% de Los Ramones, gracias a la compra que hizo del fondo First Reserve. Ienova mantiene el 50% y Pemex el otro 5%. Lee El control energético de BlackRock.