“Estamos en contacto con algunas de las agencias de ciberseguridad más sofisticadas, prestigiadas del mundo, para que hagan un análisis de nuestros sistemas y verifiquen que no hay una puerta trasera, como le llaman los informáticos, por donde pueda haber una irrupción” contestó Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), ante las preguntas sobre la injerencia de Rusia en las próximas elecciones mexicanas a través de hackeos informáticos en el programa Opiniones Encontradas1.
El INE contestó por transparencia a la pregunta: ¿a qué sofisticadas agencias se refería Córdova?, con convenios con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y aseguró que ambas casas de estudio tocan temas relacionados a la seguridad informática. Sin embargo ninguno de los documentos hace alusión a las universidades como agencia especializada en ciberseguridad, ni el objeto de los contratos habla de verificar que no haya puertas traseras en los sistemas.
La Unidad Técnica de Servicios de Informática del INE respondió que se siguen esquemas de seguridad informática pero que no se necesitan contratos con cada una de las organizaciones que desarrollan esos sistemas de seguridad2.
Rusia tuvo influencia en los resultados del Brexit, que acabó con la salida de Reino Unido de la Unión Europea; en las elecciones de Francia; y en el triunfo de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos. Desde finales de 2017 varios medios y líderes de opinión3 apuntaron sobre la posible intromisión de Rusia en las elecciones de 2018 en México4.
No hay evidencia que pruebe injerencias de Rusia, pero la realidad es que el INE no trabaja con sofisticadas agencias de ciberseguridad, como se desprende de la respuesta de la propia presidencia del instituto a la solicitud de información. En ella se aclara que el INE desarrolla los sistemas informáticos con sus propios recursos y medios, “en los que aplica los protocolos y mejores prácticas en materia de seguridad informática recomendados por instituciones reconocidas en la materia”5, y que lo que Córdova dijo en entrevista puede no estar respaldado por documentos físicos.

Otra vez convenios con universidades

El INE acudió a las dos universidades públicas más importantes del país para que fueran ellas las auditoras del proceso electoral de 2018. A través de ese tipo de convenios, que permiten a las universidades subcontratar a otras empresas, fue que se desviaron 7,670 millones de pesos del gobierno federal entre 2013 y 2014, según lo revelado por Animal Político en La Estafa Maestra6.
El convenio con la UNAM tiene la finalidad de desarrollar el proyecto de Auditoría al sistema informático y a la infraestructura tecnológica del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), para las elecciones de 2018. El contrato sí incluye una cláusula de monitoreo de seguridad a la información de RedINE, que da soporte al PREP y pruebas de denegación de servicios a los sitios web del PREP y del instituto7.
Lo que el INE firmó con el IPN es para realizar pruebas a los sistemas informáticos para el proceso electoral, además de asesoría y acompañamiento por parte de académicos especialistas. Tiene una vigencia del uno de diciembre de 2017 al 30 de julio de 2018 e incluye el pago de más de 15.3 millones de pesos8.

Los detalles de los convenios, ubicados en los anexos, son información confidencial, según lo clasificó el INE ante la solicitud de información emitida por RindeCuentas.

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