Investigación realizada a partir de información recibida a través de Méxicoleaks
Enrique Peña Nieto elaboró un decreto el 6 de enero de 2016 para poner arancel al polietileno importado desde países distintos a Canadá y Estados Unidos. Detrás de la decisión está la intención de favorecer la producción del complejo Etileno XXI, productora de un millón de toneladas de etileno (el polietileno es uno de sus derivados) al año. La planta es propiedad de la filial de Odebrecht, Braskem, y su socia mexicana, Idesa.
“Es fundamental para la economía de las Instalaciones del Proyecto que el Gobierno de México incremente las tarifas aplicables a la importación de toda clase o tipo de polietileno a México desde otros países distintos a aquellos con los que México ha celebrado Tratados de Libre Comercio a tarifas que sean al menos similares a las tarifas aplicables a las importaciones de dicha clase o tipo de polietileno en los Estados Unidos de América o Canadá (actualmente 6.5%)”, indica la cláusula VII de los inversionistas, Braskem-Idesa, en el contrato firmado el 19 de febrero de 2010 entre ese consorcio y Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB).
Este párrafo está testado, como casi toda la información relevante, en la versión del contrato que publicó Petróleos Mexicanos (Pemex) el 5 de abril de 2017¹, después de que la empresa productiva del estado se viera presionada por las acusaciones de sobornos por parte de Odebrecht a Pemex. Méxicoleaks recibió el documento sin testar.

El contrato fue firmado bajo la administración de Felipe Calderón, pero fue el Presidente Peña Nieto quien impuso un arancel del 5% sobre el precio del kilo de polietileno de baja densidad lineal (LLDPE) importado, según el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF)². Uno de los productos de Etileno XXI es el polietileno de baja densidad, junto con el de alta densidad³.
Etileno XXI es uno de los proyectos de infraestructura energética mexicanos en los que participó Odebrecht, señalada por financiar la campaña presidencial de Peña Nieto y sobornar con 10 millones de dólares a Emilio Lozoya, entonces director de Pemex⁴.
Con el proyecto de Etileno XXI, Pemex decidió dejar de invertir en la ampliación de sus plantas para polietileno Cangrejera y Morelos y dar prioridad al proyecto de capital privado. Incluso así lo dejó saber el gobierno en su Programa Nacional de Infraestructura 2012-2017⁵. Fue tanta la priorización que Pemex no calculó que no tendría suficiente etano para las tres plantas, pues se comprometió a proveer 66 mil toneladas de gas etano diario a Braskem-Idesa, para que ésta pudiera transformarlo en etileno y su derivado polietileno.
A ocho años de firmado el contrato y dos de inaugurada la planta, Pemex ha tenido que sacar una convocatoria para comprar etano a otras empresas⁶ desde Estados Unidos, pues lo poco que produce es para Etileno XXI y no le alcanza para abastecer a los complejos petroquímicos de Cangrejera y Morelos, que a la fecha trabajan al 40% de su capacidad⁷.

Apoyo presidencial al proyecto

La firma y construcción del complejo productor de etileno atravesó a dos administraciones mexicanas y brasileñas: Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto; y Lula da Silva, actualmente condenado por corrupción en Brasil, y Dilma Roussef, apartada del cargo por acusaciones de corrupción. Además los ex gobernadores de Veracruz, Fidel Herrera y Javier Duarte, participaron en el proceso. Los presidentes tuvieron reuniones exclusivamente para presentar Etileno XXI, en el caso de Calderón y Lula cuatro días después de la firma del contrato en 2010. Durante su visita de estado en mayo de 2015 Dilma visitó la construcción de la planta, como revelaron correos interceptados por la justicia de Brasil como parte de sus investigaciones en Lava Jato⁸.
El 22 de junio de 2016, cinco meses después del decreto para crear el arancel para el polietileno, se inauguró Etileno XXI. Peña Nieto estuvo representado por el entonces secretario de energía, Pedro Joaquín Coldwell. La inauguración del complejo sucedió casi un año después de la fecha de inicio marcada en el contrato (30 de junio de 2015).
Cuando se firmó el contrato, en 2010, ambas partes declararon que no existían amenazas de que pudieran existir procedimientos o procesos legales que afectarían la factibilidad de cumplir con las obligaciones. En el caso de Braskem-Idesa, la obligación era desarrollar Etileno XXI. Sin embargo, para la fecha de inauguración del complejo, el caso de Odebrecht dentro de la investigación Lava Jato ya era conocido en la región, había funcionarios y empresarios acusados en varios países latinoamericanos y Dilma ya había pasado por el impeachment.

Odebrecht gana con el trato

Pemex pierde de todas formas, pues compra etano a precio de mercado y en dólares, según la convocatoria publicada en abril de este año, pero lo vende a Braskem-Idesa por debajo del precio mínimo y en pesos, de acuerdo con la filtración recibida vía Méxicoleaks.
Pemex le vende etano a Etileno XXI al 80% del valor de la referencia Henry Hub, lo que actualmente equivale a 16 centavos de dólar por galón, mientras que el valor en el mercado es de 50 centavos de dólar por galón, acusa la filtración, basada en el anexo de fórmula de precios, documento que Pemex tampoco hizo público.
Hasta ahora, Etileno XXI ha representado pérdidas por 1,900 millones de pesos para la empresa petrolera mexicana, según la Auditoría Superior de la Federación. “El precio al que vendió el etano fue menor al costo de ventas y al gasto de transportación incurridos”, apunta la ASF en su tercera entrega del Informe General Ejecutivo de la Cuenta Pública 2016⁹.

Gobierno financió el IVA de Etileno XXI

Etileno XXI representó una inversión de 5,100 millones de dólares. Braskem-Idesa, como dueñas del complejo, fueron responsables también del financiamiento, para lo cual recurrieron al Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) y a Nacional Financiera (Nafin). El pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA), obligación fiscal que debería pagarse con las actividades empresariales, salió precisamente de estos créditos.
Bancomext prestó 120 millones de dólares. Mientras que Nafin entre 2012 y 2016 estableció tres líneas de crédito por 620 millones de dólares para que Braskem-Idesa pudieran financiar Etileno XXI, según la información de sus reportes anuales.

La primera línea de préstamo se estableció en julio de 2012, cuando Nafin autorizó un crédito sindicado (una forma de financiamiento conjunta que utilizan varios bancos para distribución de riesgos¹⁰) por 280 millones de dólares para el desarrollo del “Proyecto Etileno XXI”¹¹. Nafin no informó si era ella la garante del crédito o qué cantidad específica de dinero había asignado.
Con la segunda línea de crédito, Nafin financió el IVA que Braskem-Idesa debieron pagar durante los cuatro años que duró la construcción de Etileno XXI. Se trató de un crédito en cuenta corriente y en conjunto con otro banco, por un total de 420 millones de dólares; 300 millones eran de Nafin, según el informe anual 2015 de la financiera mexicana. Nafin no informa el nombre de la otra institución bancaria¹².
Un año después, en 2016, el monto autorizado de la línea de crédito de Nafin para financiar el IVA de Etileno XXI era de 30 millones de dólares. Nafin no informó si este monto era parte del crédito en cuenta corriente de 2015 o si constituyó un nuevo préstamo. Lo que sí informó es que en julio de 2016 asignó una nueva línea de crédito, la tercera, para Etileno XXI por 40 millones de dólares, con plazo de vencimiento de un año, para financiar “capital trabajo”, es decir, flujo de efectivo para pagar cuentas por cobrar, créditos a corto plazo o adquirir inventarios¹³.
Se buscó a varios funcionarios de Nafin para que explicaran las cifras de sus propios informes y exactamente cómo es que Nafin financió el IVA del proyecto, que debió pagar Braskem-Idesa por sus propias actividades, pero no hubo respuesta a los requerimientos de información.

Funcionarios siguen en el sector

Los funcionarios que firmaron el documento por parte de Pemex Gas y Petroquímica Básica fueron Víctor Domínguez Cuéllar, Fernando Amor Castillo, Arturo Arregui García, Armando Ricardo Arenas Briones. De estos funcionarios sólo Víctor Domínguez Cuellar y Arturo Arregui han destacado en la investigación en curso en contra de Odebrecht.
La última declaración patrimonial de Domínguez Cuellar es de 2014; se salió de Pemex pero no del sector energético. Ahora es parte de la consultora DM Integración Energética, una consultoría privada que se especializa en el asesoramiento de los mercados de gas y petróleo en México¹⁴.
Arenas Briones, ex director de PGPB hasta 2014, fue señalado en 2009 por ser parte de una red de corrupción en la asignación de contratos con Pemex a empresas propiedad de sus familiares¹⁵.
Por parte de Braskem, firmó Cleantho de Paiva Leite Filho como Director de Unidad de Negocios Internacionales. Él fue identificado por Alexandrino Alencar, directivo de Odebrecht, como el representante de la empresa en México¹⁶. Sin embargo, Leite ha declarado varias veces que Etileno XXI no forma parte de las investigaciones contra Odebrecht, al no ser un negocio de la rama constructora de la empresa¹⁷. También por parte de Braskem firma Airton Beretta, Director de Unidad de Negocios Internacionales.
Por el lado de Idesa firman José Luis Uriegas Uriegas, como Director General, y Patricio Gutiérrez Fernández como Director de Planeación y Desarrollo de Negocios. El primero se desarrolló antes de estar en Idesa como funcionario de Nacional Financiera, prestamista de Braskem-Idesa para el proyecto¹⁸.