– Más de 28 millones de pesos fueron a una empresa relacionada con Rodolfo Lacy Tamayo, subsecretario de Semarnat, y 5 millones a Rotoplas, de Carlos Rojas Mota Velasco, familiar de Germán Larrea de Grupo México.
Hermosillo, Sonora, 30 de julio de 2018 – El Fideicomiso Río Sonora (FRS), creado como medio único de pago para resarcir los daños ocasionados por el derrame de 40 millones de litros de solución de sulfato de cobre acidulado a los ríos Sonora y Bacánuchi en agosto de 2014, gastó 184,954,438 pesos en tinacos que se distribuyeron en tres partes: el Colegio de Ingenieros Civiles de Sonora, A.C. recibió 150,837,360; el Colegio de Ingenieros Ambientales de México, A.C. (institución fundada por Rodolfo Lacy Tamayo, quien presidió el Comité Técnico del FRS) obtuvo 28,614,207; y los 5,502,872 restantes fueron para la empresa Rotoplas de Carlos Rojas Mota Velasco, familiar de Germán Larrea Mota Velasco (dueño de Grupo México, responsable del derrame) y miembro del Consejo de Administración de Grupo México.
De acuerdo con las cifras publicadas por el FRS, la cantidad otorgada directamente a las personas afectadas en su salud fue apenas de 7,805,010 pesos, lo que equivale al 10% del total gastado por el Fideicomiso en salud, mientras que el 90% restante de ese rubro (71,080,280 pesos) se gastó en “Acciones de atención y seguimiento médico (UVEAS)”, gasto poco transparente si se considera que la actual Unidad de Vigilancia Epidemiológica y Ambiental de Sonora (UVEAS), ubicada en Ures, no es un centro de salud como tal y que Grupo México no dio los recursos para construir el nuevo centro de salud que el Fideicomiso mismo prometió, el cual abriría en 2015 y operaría hasta 2029, y sigue en obra negra.
El total del gasto realizado por el Fideicomiso fue de 1,231,367,946.29 pesos, apenas más de la mitad de los 2 mil millones anunciados en un inicio. El principal gasto erogado se destinó a resarcir directamente a los afectados por un total de 680,346,131 pesos (equivalente a 34% del total comprometido) y el resto se utilizó en otros rubros, entre los que se incluyen apoyos directos a gobiernos federal, estatal y municipal, los cuales no fueron desglosados, por lo que no podemos conocer a qué dependencias fueron destinados y con qué objetivo.
Un ejemplo de la arbitrariedad con que se usó el dinero del Fideicomiso es que éste reporta haber dado 32,415,798 pesos para una estrategia de comunicación social, lo que es cuatro veces más que lo entregado directamente al total de los afectados en su salud. Además, parte del dinero de la estrategia de comunicación social se destinó a la proyección de spots sobre la supuesta remediación de los ríos en las pantallas de Cinemex, empresa controlada por Germán Larrea Mota Velasco.
El análisis de los gastos realizados por el FRS, elaborado en conjunto por los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS) y PODER, deja claro que la prioridad del Fideicomiso no fue resarcir los daños ni compensar a los afectados por el derrame. Por ejemplo, solo el 0.6% del total gastado fue directamente para los afectados en su salud por el derrame (7,805,010 pesos), mientras que el Colegio de Ingenieros Ambientales de México, A.C. recibió más de 31 millones de pesos, 2.5 veces más que lo recibido por todos los afectados a su salud. Asimismo, se gastaron 58 millones de pesos para un estudio de diagnóstico y una propuesta de remediación, pero no se destinó un solo peso para poner en marcha ese plan de remediación.
El FRS cerró en febrero de 2017 en total opacidad, sin cumplir con su cometido y con el aval de Semarnat, ya que el subsecretario Lacy Tamayo presidió el Comité Técnico del FRS. Para las personas afectadas por el derrame, está claro que el Fideicomiso no cumplió con su objetivo, por lo que sigue abierto un proceso en la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que dicho Fideicomiso se reabra y lleve a cabo las medidas de remediación, reparación y compensación de los daños ocasionados por el derrame.
El análisis de los gastos del FRS demuestra que los recursos no llegaron en su totalidad a los afectados directamente por el derrame, que la distribución del dinero fue arbitraria y discrecional, y que empresas, asociaciones civiles y gobiernos de todos los niveles se beneficiaron de estos recursos en detrimento de las personas afectadas y a costa de la impunidad de los responsables de este desastre ecológico, el cual fue calificado como “el peor desastre de la minería en México” por parte de la administración de Enrique Peña Nieto.
Acerca de los CCRS
Los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS) agrupan a personas afectadas por el derrame de solución de cobre acidulada proveniente de la mina Buenavista del Cobre. Los conforman habitantes de siete municipios: Arizpe, Banámichi, Huepac, San Felipe de Jesús, Aconchi, Baviácora y Ures.
www.ComitesCuencaRioSonora.wordpress.com
Acerca de PODER
El Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER) es una organización regional, no gubernamental, sin fines de lucro. Su misión es fomentar la transparencia y rendición de cuentas de las empresas en América Latina desde una perspectiva de derechos humanos y fortalecer a los actores de la sociedad civil afectados por prácticas empresariales para que actúen como garantes de la rendición de cuentas a largo plazo.
www.poderlatam.org