El NAICM es un mal negocio para México: PODER

Las observaciones de la ASF muestran cómo el GACM incurrió en irresponsabilidades durante todo el procedimiento del proyecto del NAICM, provocando un sobrecosto mayor del mismo.
• La SHCP y la SCT no están actualizando los números de la cartera pública porque podrían mostrar que el aeropuerto es inviable.
• El informe completo se puede consultar en el sitio web TorreDeControl.org, ya disponible.

Ciudad de México, 17 de octubre de 2018 – El proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es un mal negocio: “Tiene sobrecosto, existe una crisis de financiamiento, la deuda se ve difícil de pagar con el esquema actual y si se actualizan los costos reales del proyecto, éste resultaría inviable”, aseguraron hoy investigadores del Proyecto sobre Organización, Desarrollo, Educación e Investigación (PODER), al presentar TorreDeControl.org, un sitio de Internet con visualización de datos y análisis, que exhibe los resultados de tres años de investigación sobre el NAICM, su financiamiento, sus contratos y beneficiarios reales.

Los resultados de la investigación de PODER dan cuenta de que las finanzas del NAICM tienen serios problemas que pueden llevar incluso a la inviabilidad del proyecto, y que las cifras han sido ocultadas y por las autoridades para evitar que se conozca el escenario real. “El costo del proyecto se ha incrementado en un 69%. Hay indicios de que la SHCP y la SCT no actualizaron los estimados de los costos de inversión registrados en la Cartera Pública de Inversión de la SHCP para evitar actualizar la Evaluación Costo y Beneficio, ya que ésta demostraría que los incrementos en los costos han hecho que el proyecto sea inviable”, aseguró Julieta Lamberti, coordinadora de investigación estratégica de PODER.

La investigadora señaló, además, que en lo que tiene que ver con el financiamiento del Nuevo Aeropuerto, existe un “esquema opaco de fideicomisos privados” por donde pasa toda la deuda contraída por el proyecto y donde no se puede distinguir el origen público o privado de los pagos. Este esquema de fideicomisos también se utiliza con la TUA, la Tarifa de Uso Aeroportuario, con la que se pretende pagar todos los créditos y emisiones de bonos del proyecto; es el aval del mismo. “Si bien los fideicomisos privados son figuras legales protegidas por el secreto fiduciario, la TUA es dinero público, y estos instrumentos impiden su correcta fiscalización. Este mecanismo permite ocultar información fiscal que debería ser pública”.

En Torre de Control destacan otros hallazgos en torno al esquema de endeudamiento: “nos encontramos con un círculo de endeudamiento que parece nunca terminar, ya que se contrata deuda para pagar otras deudas existentes”, observó Julieta Lamberti. “El proyecto no soporta más endeudamiento. Y las medidas que el Grupo Aeroportuario está proponiendo para solventar esta crisis de financiamiento son alarmantes: vender los terrenos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y de la Ciudad Aeropuerto, endeudar aun más el proyecto con una nueva emisión de Fibra E (vender bonos de deuda en los mercados financieros) y empezar a cobrar TUA de interconexión, lo que encarecería el uso del aeropuerto y lo haría menos competitivo, además de que nos pegaría directamente en el bolsillo de las y los mexicanos”.

Por su parte, Eduard Martin-Borregón, director de datos, periodismo y tecnología de PODER, explicó cómo desde hace tres años el equipo de la organización empezó a investigar los contratos del NAICM y “seguir a los beneficiarios reales, a quienes sí les está resultando un buen negocio este proyecto.” Se trata de cinco empresarios que concentran más de la mitad de los contratos. ICA, la empresa de Bernardo Quintana, es la más beneficiada, con nueve contratos por más de 24.7 mil millones de pesos. “Es importante destacar que el proyecto del Nuevo Aeropuerto salvó a está empresa, que estaba en quiebra”, añadió Martin-Borregón. A ICA se suman Grupo Carso, de Carlos Slim; Grupo Hermes, de Carlos Hank Rhon; PRODEMEX y Grupo Empresarial Ángeles, de Olegario Vázquez Raña, y Constructora y Edificadora GIA+A, de Hipólito Gerard Rivero.

El 70% del total de contratos fueron adjudicaciones directas, sin licitación pública, como el caso de Parsons International, que obtuvo la gerencia general del proyecto a pesar de estar acusada, en Estados Unidos, de deficiencias en el diseño y construcción de los proyectos, de hacer trabajos incompletos y entregar construcciones por debajo del estándar, además de demostrar falta de control y supervisión de sus subcontratistas y otras importantes deficiencias administrativas y técnicas.
Como conclusión, los investigadores coincidieron en apuntar que “nos hemos encontrado con un proceso opaco, diseñado por los directivos del GACM donde ni siquiera la Auditoria Superior de la Federación puede seguir el dinero y hacer una correcta rendición de cuentas”, concluyó Martin-Borregón.

Junto al equipo de PODER estuvieron Trinidad Ramírez, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra – Atenco, y Damián Camacho, de la Plataforma Organizativa contra el Nuevo Aeropuerto. La presentación de Torre de Control se enmarca en las actividades de la campaña #YoPrefieroElLago.

“Los hallazgos que presentamos son producto de un riguroso trabajo de investigación, verificación de datos y análisis” –dijo Fernanda Hopenhaym, codirectora ejecutiva de PODER–. “Estos resultados abonan a los estudios ambientales y sociales que ya se han realizado, y que en definitiva lo que procuran es contribuir a desentrañar los problemas que presenta el proyecto del NAICM”. Y concluyó: “Desde PODER buscamos aportar con información a los procesos que permitan a las personas y comunidades afectadas ejercer su derecho a decidir”.

Todos los hallazgos de la investigación se pueden encontrar en www.torredecontrol.org, así como el informe completo para su descarga.