Las dudosas empresas que pueden construir Dos Bocas por pedido de AMLO

Ninguna de las seis empresas invitadas por el nuevo gobierno para licitar por la construcción de la refinería de la planta de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco: Grupo Techint con Bechtel, Worley Parsons con Jacobs, Technip y KBR, son nuevas en el mercado de adjudicaciones públicas. Desde el 2003, el gobierno mexicano les ha entregado contrataciones por más de 3 mil millones de pesos, la mayoría en adjudicación directa, principalmente para desarrollar infraestructura pública. Además, dos de ellas estuvieron relacionadas con la empresa Odebrecht en anteriores negocios, y una más con Abengoa.

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El nueve de diciembre de 2018, ocho días después de tomar posesión como presidente, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) presumió su “nuevo” proyecto energético en Dos Bocas. “Vamos a rescatar a Pemex”, dijo, y la multitud aplaudió sin reparo. Según AMLO, a más tardar en tres años México produciría más gasolina de la que consume, contrario a la política actual de comprar los derivados de combustibles fósiles. “Autonomía energética”, prometió. Y como último compromiso reiteró que a más tardar en mayo de 2019 se estaría licitando para comenzar con la construcción de la mega obra, la refinería de Dos Bocas. Auguró un costo de 8 mil millones de dólares y 600 hectáreas de terreno1.

Pero esa es la segunda promesa de prosperidad que escucha Tabasco por parte de un máximo mandatario. El 18 de marzo de 2015, el expresidente priista Enrique Peña Nieto, acompañado por líderes y diferentes funcionarios del sector energético, encabezó la ceremonia de los 77 años de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el puerto Dos Bocas. Ahí frente a todos los testigos, al igual que López Obrador, aseguró que Dos Bocas se convertiría en uno de los puntos estratégicos de México en el mediano plazo. Esa predicción está por cumplirse en la presidencia de AMLO.

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A finales de enero del año en curso el Gobierno de México por fin convocó a una licitación restringida para la construcción de la séptima refinería en el país. Pero el método, de invitación a cuando menos tres, generó polémica en la ciudadanía, dado que se trata de un proceso poco recomendado por la falta de transparencia que puede generar2. El argumento de la nueva administración para realizar dicho proceso era que quería evitar la participación de compañías con antecedentes en actos de corrupción: “Otro Odebrecht”, dijo la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle3.

Sin embargo, ese propósito no fue cumplido del todo, luego de que al poco tiempo se hicieran públicos por diferentes medios de comunicación los antecedentes corruptos de algunas de esas empresas, además que dos de ellas, efectivamente se habían relacionado en el pasado con la polémica empresa brasileña Odebrecht, responsable del mayor caso de corrupción empresarial en América Latina y que incluso la titular de la Secretaría de Energía desdeñó4.

Los contratos antes de AMLO

Los ocho mil millones de pesos que costará la construcción de la refinería, de los que habló López Obrador durante el evento de Dos Bocas, superarán por mucho lo ya entregado en 16 años en otras contrataciones a las seis empresas invitadas para licitar.Estas firmas comenzaron a ganar licitaciones en México desde la primera mitad del mandato del panista Vicente Fox Quezada en el 2003. Al día de hoy han logrado 42 contratos, de los cuales 32 fueron dados en adjudicaciones directas, uno por invitación, y sólo 9 por concursos abiertos, según información del Portal de Obligaciones de Transparencia (POT), recabada por Rindecuentas.org.

Technip fue la gran ganadora antes de AMLO, con 16 contratos por 2,191,453,867.65 de pesos entre 2003 y 2014. Sólo dos contratos sucedieron en 2003 y 2005, el resto fueron a partir de 2010. La primera contratación sucedió en junio del primer trieno de la transición PRI/PAN para la empresa Technip Offshore Inc. Fue encargada de generar tecnología al servicio de Petróleos Mexicanos por un monto de 38,584,973.13 de pesos. Fue una adjudicación directa.

Esta compañía, de origen francés, se dedica a la ingeniería en construcción en el sector de petroquímica e hidrocarburos con operaciones en aguas abiertas, embarcaciones e investigación subacuática. Tiene operaciones en 48 países.

En México, Technip, ICA Fluor y Braskem, empresa subsidiaria de Odebrecht, participaron en la licitación de Etileno XXI, complejo procesador por el cual Pemex descuidó la producción de etileno en los complejos de Cangrejera y Morelos, donde Technip tuvo obras. En el complejo de Morelos, la empresa fue contratada en noviembre de 2013 por 32,111,431 de pesos para ampliar la capacidad de producción. Ocho meses después, su contrato fue ampliado por otros 11,420,576 de pesos.

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Grupo Techint, tuvo 8 contratos previos a su invitación para la refinería de Dos Bocas, por 429,603,143.97 de pesos. Esta empresa fue fundada en Milán en 1945, pero ha hecho su fortuna principalmente en Argentina. Su primer contrato en Latinoamérica fue para construir una red de gasoductos en ese país, donde además estuvo involucrada en el caso de corrupción conocido como “Los cuadernos de las Coimas”. En la década de 1950 comenzó trabajos en México con el Complejo Siderúrgico de Tamsa en Veracruz.

La empresa participó junto con Odebrecht y Arendal en el consorcio AOT para la construcción del tramo norte del gasoducto Los Ramones II, uno de los más importantes por conectar a México con Estados Unidos. Odebrecht, empresa brasileña, es investigada en Estados Unidos y Latinoamérica por sobornar a funcionarios para obtener contratos públicos5.

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En 2009, a finales de la administración del panista Felipe Calderón Hinojosa, Techint se alió con Abengoa de México para ganar en licitación abierta la contratación para ejecutar cinco líneas de transmisión con voltaje para la Comisión Federal de Electricidad (CFE). La empresa con la que se asoció Techint, sería acusada poco tiempo después y sometida a litigio (hasta la fecha) por múltiples denuncias, entre las que resalta la de colaborar con el Gobierno de Jalisco para construir una represa que violentaría el derecho al agua de los habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo6.

Bechtel, aliada de Techint en la invitación a Dos Bocas, tuvo dos adjudicaciones anteriores por 166,178,176.30 de pesos. Es una empresa estadounidense enfocada en las ramas de la construcción y servicios de defensa, nuclear, infraestructura, minería, energía y agua. Tiene también experiencia en proyectos ferroviarios, donde ha participado en la construcción de 300 trenes ligeros, además de algunos aeropuertos y más de 550 centrales de hidrocarburos.

Esta firma antes del cambio de administración de EPN a AMLO, se había presentado frente a la Secretaría de Energía con el objetivo de entregarle un proyecto de desarrollo para la refinería en cuestión. El proyecto de Bechtel se presentó en septiembre del año pasado. Hoy esta empresa es una de las pocas privilegiadas invitadas a participar7.

Worley Parsons y Jacobs tuvieron cada una un contrato anterior a AMLO, por 232,965.61 pesos y 228,001,380 de pesos, respectivamente. El contrato tan jugoso para Jacobs fue en 2014 para dar asistencia técnica en la Refinería Miguel Hidalgo en Tula. Estas empresas fueron invitadas en consorcio para Dos Bocas: la primera es una compañía australiana especialista en servicios de consultoría en energía, infraestructura, minería y químicos con presencia en América, Europa, África, Medio Oriente, China y Nueva Zelanda. Jacobs Engineering es una firma estadounidense proveedora de servicios técnicos y profesionales en ingeniería, arquitectura y construcción8.

KBR por su parte, suma 14 contratos por 59,256,762.52 de pesos entre 2009 y 2015. KBR es una empresa estadounidense de ingeniería y construcción, y fue subsidiaria por 44 años de la también estadounidense Halliburton, famosa por ser contratista del ejército de EEUU para la guerra. En México, sus principales contratos los ha ganado para reparar y dar mantenimiento a las operaciones de algunas refinerías y plantas.

La revancha del Senado

Luego de aquel discurso de AMLO en Tabasco, donde prometió autonomía de Pemex, la fracción parlamentaria de Movimiento Ciudadano (MC) presentó el 19 de febrero de 2019 un Punto de Acuerdo en el Senado de la República en el que se explicaban diferentes extrañamientos respecto a la nueva refinería que propone la administración de Morena, principalmente sobre el financiamiento de Dos Bocas y el procedimiento de adjudicación.

En dicho documento se exhortó a la titular de la Secretaría de Energía, Rocío Nahle, a comparecer ante la Cámara Alta para remitir el proyecto técnico correspondiente a la refinería de Dos Bocas, en el que se especifiquen los llamados 6 paquetes de construcción, los montos asignados a cada paquete, indicando si estos corresponden a recursos públicos o financiamiento privado, así como los estudios técnicos previos y cronogramas de ejecución e inversión.

También se solicitó a la secretaria hacer público el estudio elaborado por el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP) referente al proyecto. Y finalmente, se pidió que los procedimientos de compra y asignación de obras se apeguen estrictamente a las recomendaciones y mejores prácticas internacionales9. Hasta ahora, no ha habido respuesta por parte de Nahle ante ese llamamiento.

En entrevista para Rindecuentas.org, el senador Clemente Castañeda coordinador de la bancada de MC, asegura que hasta el día de la entrevista, 21 de marzo, no se ha hecho público el proyecto ejecutivo de Dos Bocas. Nahle tampoco respondió a las solicitudes de información sobre la viabilidad del financiamiento, pero según Castañeda, es inviable.

“El anterior director del Instituto Mexicano del Petróleo señaló que si los recursos para la refinería de Dos Bocas provinieran en su totalidad del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), es decir, sin inversión privada, el proyecto resulta técnica y financieramente inviable. En cambio, si 70% del financiamiento fuera privado, y el restante 30% fuera inversión pública podría ser viable. Cabe mencionar que el PEF 2019 destinado a Pemex Transformación Industrial incluye un renglón de gasto para Dos Bocas por 1,799,920,975 de pesos para estudios técnicos, y otro más por 48,200,079,205 de pesos, correspondiente a proyectos de infraestructura”.

A pocos días de iniciar con los concursos para ganar las millonarias licitaciones, el escenario de las contrataciones sigue incierto, también el del proyecto ejecutivo, incluso para los legisladores.

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