Nueve años después de la adopción de los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos, la evasión de la rendición de cuentas empresarial sigue siendo muy común.
Ocultarse detrás de complejas cadenas de suministro, debilitar sindicatos y difundir información distorsionada son sólo algunas de las maneras en las que las empresas intentan eludir su responsabilidad por violaciones a los derechos humanos y daños ambientales. En un esfuerzo por sistematizar esas prácticas dañinas por primera vez, un consorcio de diez organizaciones, liderado por el Centro de Investigación en Empresas Multinacionales (SOMO), ha lanzado el sitio web Mind the Gap (Cuidado con la Brecha), del que PODER forma parte. Este nuevo sitio, que es el resultado de un proyecto internacional de investigación, destaca la necesidad urgente de eliminar las brechas en materia de gobernanza que permiten perpetuar un sistema global de impunidad corporativa.
En general, la investigación sobre el abuso corporativo – sea ésta realizada por periodistas, la academia, organizaciones de sociedad civil u órganos de gobernanza – tiende a enfocarse en los impactos negativos en las personas y el medio ambiente. Si bien estas investigaciones son importantes para la rendición de cuentas empresarial, a menudo no son suficientes para convencer a las empresas de reparar el daño y cambiar su comportamiento. En ausencia de una regulación robusta, las multinacionales pueden seguir velando su involucramiento y eludiendo su responsabilidad, dejando a la sociedad la responsabilidad de lidiar con las consecuencias.
“Para contrarrestar ese comportamiento corporativo perjudicial, tanto las personas que crean políticas públicas como el público en general, necesitan conocer mejor cómo operan las empresas” señaló Mariëtte van Huijstee, Investigadora Senior de SOMO. “A través de Mind the Gap, por primera vez hemos sistematizado y analizado las estrategias corporativas más comunes usadas para eludir la responsabilidad. Si bien estas estrategias no siempre están diseñadas con el objetivo específico de librarse de la responsabilidad, la evidencia demuestra que su uso ha limitado la rendición de cuentas respecto a los impactos negativos, los cuales afectan a las víctimas y al interés público.”
Las cinco estrategias principales
El consorcio identificó cinco estrategias principales que permiten a las corporaciones eludir su responsabilidad por los daños causados. En la práctica, estas estrategias dañinas se manifiestan en una amplia gama de acciones de las corporaciones que obstruyen la justicia, distorsionan los hechos y frenan la reparación para las comunidades afectadas.
1- Construir la posibilidad de la negación – Esto sucede cuando las empresas se esconden detrás de cadenas de suministro complejas, subcontratan actividades de alto riesgo o deciden cerrar sus subsidiarias de forma repentina ocultando su papel en el daño causado.
2- Evadir la responsabilidad mediante estrategias judiciales – El uso de estrategias judiciales para evitar el escrutinio público y tener que contestar alegatos de comunidades, personas trabajadoras y personas defensoras de derechos humanos.
3- Distraer y confundir a las partes interesadas – Confundir a las partes interesadas a través de la difusión de información engañosa, la manipulación de investigación científica o el abuso de estándares de certificación
4- Debilitar a las personas defensoras y a las comunidades – Silenciar personas críticas a través de ataques y criminalización de las y los defensores de derechos humanos, de la división de las comunidades con sobornos y el boicot a los sindicatos.
5- Utilizar el poder del Estado – Esto se refiere al comportamiento de las empresas que usan su poder e influencia con los Estados para recibir un trato favorable, seguridad e impunidad.
Estas estrategias se combinan para sostener un sistema que permite a las empresas internacionales no rendir cuentas por violaciones a los derechos humanos y daños ambientales mientras las víctimas se quedan sin protección.
Los casos proporcionan evidencia sobre las estrategias
Los múltiples estudios de caso presentados en el nuevo sitio web de Mind the Gap muestran claramente la amplia prevalencia de este tipo de estrategias empresariales dañinas. Un ejemplo revelador es el desastre de 2019 de la presa Brumadinho en Brasil, que mató a más de 270 personas y contaminó gravemente el medio ambiente.
«La empresa minera Vale aseguró en repetidas ocasiones que la presa cumplía con todos los requerimientos de seguridad; sin embargo, existen pruebas contundentes que demuestran que la compañía buscó la certificación siendo consciente de los graves riesgos de seguridad desde 2003» así lo señaló Julia Mello Neiva de la ONG brasileña Conectas, una de las organizaciones detrás de Mind the Gap.
Hasta la fecha nadie ha sido enjuiciado por ese desastre y, por el contrario, la certificación de la presa ha velado el asunto de la responsabilidad por el desastre.
En otros casos, las empresas aprovechan su poder e influencia con los estados para obtener un trato favorable, seguridad y, si es posible, impunidad. Un ejemplo bien documentado de esto es HeidelbergCement, una multinacional alemana con presencia en los territorios ocupados de Palestina a través de una subsidiaria local.
“Esta compañía puede operar su cantera en Cisjordania solamente con el respaldo de las autoridades de ocupación de Israel”; indicó Wesam Ahmad, de Al-Haq, socio de Mind the Gap. “HeidelbergCement se beneficia y contribuye directamente a la ocupación ilegal de Israel, la construcción de asentamientos y los abusos sistemáticos a los derechos humanos, mientras disfruta de la protección de las autoridades israelíes y protege su casa matriz de posibles responsabilidades a nivel internacional.”
Protección de los intereses corporativos
Muchas de las estrategias identificadas aquí no son particularmente ilegales. De hecho, muchas de ellas son ampliamente aceptadas por funcionarios estatales, gerentes, consultores y asesores legales como una forma de proteger los intereses corporativos. Sin embargo, estas estrategias son sumamente perjudiciales tanto para la sociedad como para el medio ambiente.
Van Huijstee agregó: «A través de este proyecto echamos luz sobre los efectos de este tipo de estrategias, cuestionamos la amplia aceptación que tienen y exhortamos a las autoridades a cerrar las brechas de gobernanza que las permiten».
Mind the Gap
Mind the Gap es un proyecto colaborativo de investigación e incidencia de ACIDH, AFREWATCH, Al-Haq, Cividep India, Conectas, ECCJ, INKRISPENA SOMO, SRI, PODER y PremiCongo. Su objetivo es aumentar el respeto por los derechos humanos y lograr la justicia y la reparación para los individuos y las comunidades cuyas vidas y medios de subsistencia se ven afectados por los abusos causados por las corporaciones multinacionales.
El sitio mindthegap.ngo se ha creado como una fuente de información para la sociedad civil y la comunidad internacional. Mind the Gap invita a la comunidad de empresas y derechos humanos a contribuir con nuestra creciente base de evidencias, a través del envío de ejemplos que coincidan con nuestro marco de referencia.
El consorcio Mind The Gap está integrado por: ACIDH, Afrewatch, Al Haq, Cividep, Conectas, ECCJ, Inkrispena, Poder, PremiCongo, SOMO y SRI.
Para más información comunicarse a: comunicacion@poderlatam.org