Durante 2022, PODER y Serendipia desarrollamos el proyecto #VíctimasParalelas. Se trata de una serie de 12 reportajes de investigación y periodismo de datos con los que pretendemos visibilizar a miles de personas que, sin contagiarse de COVID-19, resultaron también afectadas por la crisis sanitaria mundial.

Nuestro medio de comunicación detectó principalmente la falta de abastecimiento de tratamiento antirretroviral; la desaparición de indicadores que permiten medir enfermedades como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH); el abandono al sector de salud mental; desabasto de medicamentos, aun en el estado de origen del Presidente Andrés Manuel López Obrador; insuficiencia hospitalaria en zonas fronterizas como Ciudad Juárez; e innumerables irregularidades en el sistema de compras públicas de México.

En ese orden de ideas, les presentamos un recuento con los principales hallazgos del proyecto y cuáles serán algunos de los retos a futuro.

Víctimas Paralelas nace con un análisis al Sistema de Compras Públicas denominado Compranet1 en el que descubrimos que 10 mil millones de pesos en contratos habían desaparecido de los reportes de la Secretaría de Hacienda. En plena emergencia sanitaria, el Gobierno de México modificó el monto de 65 contratos y desapareció 10 de las plataformas de acceso a la información. Dichas facturas tendrían un valor de 10,110,487,883 pesos. Los contratos en cuestión corresponden a una búsqueda realizada por PODER en la que se descargó, para poder comparar el gasto, toda la base de datos del sistema de compras públicas que aparece en el portal Compranet de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), correspondientes al año 2022.

[Lea también: Desaparecen 10 mil mdp en contratos de Compranet]

Ya fuera del centro del país, tenemos el reportaje: El caso Veracruz, donde la colega Arantxa Arcos nos cuenta sobre el desabasto de medicamentos para el tratamiento de diferentes tipos de cáncer. En el contexto del estado, de acuerdo al reporte de indicadores del Centro Estatal de Cancerología en Veracruz correspondiente, de enero de 2006 a diciembre del 2018 (el más reciente de la Secretaría de Salud), las mujeres fueron las más recurrentes a servicios de atención médica oncológica, siendo el 65.2 por ciento y los hombres un 34.8 por ciento.

El cáncer de mama, cervicouterino, leucemia, linfoma, próstata, ovario, órganos digestivos, endometrio y testículo, eran los padecimientos más frecuentes en pacientes adultos, con hasta cinco días de estancia en promedio en el hospital.

[Lea también: Víctimas paralelas el caso Veracruz]

En el mes de julio publicamos otra investigación, ahora sobre la situación por la que pasaron los pacientes neurodivergentes en México durante la pandemia. En esta investigación detectamos que las compras públicas para un gran porcentaje de contratos por medicamentos para atender este tipo de padecimientos quedaron en manos de empresas que anteriormente el Estado había denunciado por fraude. Se trata de las firmas Eli Lilly y Compañía-México, Laboratorios Cryopharma, Probiomed y Laboratorios Pisa, quienes habían conspirado durante los años 2003 a 2006 para eliminar la competencia en las licitaciones e inflar desproporcionadamente los costos de insulina humana (utilizada para atender la diabetes mellitus, la enfermedad más mortal para los mexicanos).1

PODER analizó un total de 200 contratos, correspondientes a 64 proveedores y 16 Claves de Medicamentos que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reconoce como tratamiento para personas con diagnósticos relacionados con la neurodivergencia (enfermedades relacionadas con la salud mental) en su Cuadro Básico de Medicamentos7.

Como resultado se determinó que en México se erogaron 57,901,066.93 pesos (unos 2.924.296 dólares) de 2019 a 2022 únicamente en fármacos relacionados con la Salud Mental. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) resultó el mayor comprador de medicamento del país. Sobre las compras, tres medicamentos concentran más del 50% de todo el gasto público: Fluoxetina, Valproato y Clonazepam.

[Lea también: Salud mental en manos de los autores del último fraude por venta de insulina]

Finalmente, en PODER realizamos una serie de reportajes sobre cómo se vive entre varias crisis. En El paredón de los olvidados: COVID-19 encrudece crisis por VIH, contamos cómo fue que las muertes regulares por enfermedades oportunistas relacionadas al VIH, más las víctimas por COVID-19 de pacientes que no tuvieron atención temprana, competían con las muertes por el crimen organizado.

En esta entrega, colectivos y redes de personas con VIH evidencian una falta de estudios de laboratorio y citas médicas para las personas ya diagnosticadas con el virus.

También se reportaron denuncias por falta de medicamentos antirretrovirales (TARV). De acuerdo con información del proyecto Cero Desabasto, entre 2019 y 2022 México reportó 453 denuncias por falta de antirretrovirales para personas con el virus. Tan sólo en su Informe 2020, el VIH fue el cuarto padecimiento con más personas afectadas por la falta de medicamentos durante ese año.

De acuerdo con los datos sobre mortalidad del INEGI analizados por Serendipia y PODER, Quintana Roo fue la entidad con mayor tasa de mortalidad por enfermedades relacionadas con el VIH durante 2020. Esto con 10.9 defunciones por cada 100 mil habitantes.

En segundo y tercer lugar se encuentran Colima y Baja California con 9.2 y 7.6 muertes por cada 100 mil habitantes. Tlaxcala se ubica al otro extremo con la menor tasa de mortalidad durante 2020: 0.4 defunciones por cada 100 mil habitantes.

[Lea también: El paredón de los olvidados]

En contexto, estos doce reportajes que impulsamos en PODER, hablan de un crisis más mortífera que cualquier virus, bacteria o padecimiento, es decir, la indiferencia de un Estado que se rehúsa a fortalecer los servicios indispensables para tener una población saludable.

Ilustración: Dani Scharf
Ilustración:Dani Scharf

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