Más allá del deporte: los derechos humanos en el mundial de fútbol de Catar

A medida que el deporte se ha hecho industria, ha ido desterrando
la belleza que nace de la alegría de jugar porque sí.
Eduardo Galeano

El mundial de fútbol varonil es una de las competencias deportivas que genera mayor expectativa y levanta pasión a nivel internacional. En 2010, Catar fue elegido para ser la sede de la edición número 22, la cual tendría lugar del 20 de noviembre al 18 de diciembre de 2022. Durante este tiempo, Catar alojaría 32 equipos de todo el mundo y a sus respectivas aficiones, una cifra que se estima en más de 700 mil personas. En esta ocasión, este evento mundial ha generado una cantidad importante de señalamientos sobre violaciones a los derechos humanos en el proceso de su organización, así como en general en el país anfitrión.

Empresas y derechos humanos

Ante la falta de infraestructura para alojar un evento de esa magnitud, se iniciaron los procesos de contratación de las empresas que llevarían a cabo la construcción de los estadios, transporte y alojamiento que se requería. Fue a través del Supreme Committee for Delivery and Legacy, establecido por el gobierno catarí en 2011, que se contrataron a las empresas que construirían los estadios. Una parte del proyecto incluía la remodelación del estadio Internacional Khalifa con un costo superior a los $300 millones de dólares y la construcción de otros siete estadios. En total se ha estimado que la inversión del estado catarí alcanzó los 200 mil millones de euros, siendo así el evento deportivo más caro de la historia 1.

Las alegaciones sobre violaciones a derechos humanos han alcanzado distintos temas, sobre todo los que tienen que ver con el abuso de las personas trabajadoras en la construcción. En ese contexto, la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) y las empresas patrocinadoras del mundial, así como aquellas que han participado en el desarrollo de la infraestructura, han fallado en cumplir con la debida diligencia en materia de derechos humanos, al no haber evaluado desde esta lente los posibles impactos a derechos con la realización de la copa varonil en Catar. 

Tal como han documentado organizaciones de derechos humanos, las personas trabajadoras involucradas en la construcción de los estadios eran principalmente personas migrantes de Asia y África, las cuales fueron sometidas a malos tratos que derivaron en múltiples violaciones a sus derechos humanos. Unos dos millones de personas migrantes – la mayoría provenientes de países como India, Nepal, Bangladesh, Sri Lanka, Kenia y Filipinas – trabajaron en la construcción, preparación y entrega de servicios para la Copia Mundial Varonil de Fútbol patrocinada por FIFA en Catar. Construyeron los estadios, los sistemas de transporte, los caminos, y todas las otras obras necesarias para recibir y atender a las miles de personas que asisten a este megaevento deportivo. También son empleadas en los restaurantes, hoteles, servicios de seguridad, etc. Sin el trabajo de estas personas migrantes, la Copa no se podría estar realizando.

Toda la economía de Catar históricamente ha dependido fuertemente de la mano de obra migrante, desde sectores como la construcción hasta el trabajo doméstico. Las personas que migran para trabajar en Catar y otros países del Golfo vienen muchas veces de condiciones de pobreza, de falta de oportunidades laborales y de familias que dependen de sus remesas para sobrevivir. 

Esta situación se presta para abusos y violaciones de derechos laborales, situación que se arraiga en el sistema denominado Kafala, que ha regido a las personas trabajadoras migrantes en todos los países de la región. Bajo este sistema, la persona trabajadora migrante se encuentra en una relación de total dependencia de su empleador, abriendo la puerta para todo tipo de explotación: salarios ínfimos y arbitrarios, retención de documentos, imposibilidad de cambiarse de empleo o de salir del país sin permiso del empleador, entre otros.

Entre los abusos laborales para las personas trabajadoras migrantes en la construcción – antes y durante los preparativos para la Copa Mundial – se han denunciado condiciones de hacinamiento en la vivienda, falta de condiciones higiénicas y sanitarias, retrasos o falta de pago de salarios, falta de información e incumplimiento en las contrataciones, horas excesivas, y falta de protección para el trabajo en altas temperaturas; incluso se han documentado actos discriminatorios con base en la nacionalidad, así como abusos físicos y psicológicos 2.

En 2020, como resultado del reclamo de grupos pro derechos laborales y de un trabajo de reforma junto con la OIT, se lograron algunos cambios en el sistema Kafala, estableciendo un salario mínimo parejo y no-discriminatorio, prohibiendo la retención de pasaportes, permitiendo cambio de empleo, eliminando la exigencia del permiso del empleador para salir del país, mejorando sistemas de contratación y estableciendo comités de personas trabajadoras en los lugares de trabajo. 

Pero estas reformas no llegaron a tiempo para las personas trabajadoras que sufrieron violaciones a sus derechos en la preparación de la Copa Mundial. Algunas organizaciones han documentado cerca de dos mil quinientas muertes de personas involucradas en proyectos de construcción para el Mundial. Las autoridades de Catar citan 37 muertes relacionadas con la Copa y tres cuando cuentan sólo accidentes de trabajo. Gran parte de la falta de claridad sobre estas cifras se debe a que no hay registros adecuados de las personas trabajadoras migrantes.

Las empresas beneficiadas con los contratos para la construcción de los estadios ahora están bajo la lupa, debido a las múltiples denuncias de abuso a los derechos humanos. En las obras participaron tanto empresas locales como extranjeras, como la italiana Webuild SPA (antes Salini Impregilo), Six Construct Qatar, subsidiaria del grupo constructor belga más grande operando en el medio oriente, BESIX Group NV y la empresa China Railway Construction Corporation Limited (CRCC) 3, señalada recientemente por haber participado en la construcción previa de una prisión utilizada para detener a musulmanes uigures 4.

Según los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos de la ONU (UNGPs por sus siglas en inglés), las empresas (y asociaciones equivalentes como la FIFA) deben realizar procesos para identificar, prevenir, mitigar y remediar impactos negativos a los derechos humanos de sus operaciones directas y de su cadena de valor, o socios comerciales. Esto será un insumo fundamental para la toma de decisiones sobre sus negocios dado que cualquier empresa tiene la obligación de respetar los derechos humanos. Sin embargo, en el caso de la Copa Mundial, estos procesos no fueron realizados de forma adecuada o sus resultados no fueron transparentes y las fallas en la prevención de daños fueron evidentes.

Género y diversidad

Aunado a lo anterior, este mundial ha sido sin dudas muy emblemático por muchas razones. En materia de género, por una parte hemos visto por primera vez equipos arbitrales completos conformados por mujeres. En el caso de México, el debut de la árbitra Karen Díaz fue realmente significativo. A su vez, también el número de periodistas deportivas ha crecido y la presencia de mujeres periodistas en Catar y en sus países de origen ha tenido un papel más relevante.

Sin embargo, al mismo tiempo, hemos visto ataques sistemáticos en redes sociales tanto a las árbitras como a mujeres periodistas. Destaca el caso de la periodista mexicana Marion Reimers, documentado por El País 5, en el que se refleja la inversión de tiempo y recursos en atacar el trabajo y la persona de Reimers, por el sólo hecho de ser mujer y lesbiana y dedicarse con éxito al periodismo deportivo.

Por otra parte, las leyes de Catar todavía discriminan a las mujeres, con la existencia del sistema de tutela. Las mujeres requieren el permiso de su tutor varón (esposo, padre, hermano, abuelo o tío) para casarse, trabajar en diversos puestos gubernamentales, viajar al exterior si son menores de 25 años, y acceder a la salud reproductiva. También las leyes familiares discriminan a las mujeres cuando éstas buscan divorciarse, además de que no existen protecciones adecuadas contra el acoso sexual y la violencia doméstica.

En esa misma lógica, las relaciones entre personas del mismo sexo están criminalizadas en Catar, y no existen leyes de reconocimiento de la identidad de género. Cualquier referencia a la comunidad LGBTIQ+ ha sido un problema con el país anfitrión. Por ejemplo, el pasado 28 de noviembre uno de los aficionados fue detenido por las autoridades cataríes debido a que invadió la cancha de fútbol portando una bandera de arcoíris con la que corrió por unos minutos, por lo que podría enfrentar una pena de hasta seis meses en prisión. Asimismo, la FIFA amenazó con penalizar a los capitanes de las selecciones nacionales que decidieran portar en su brazalete cualquier indicio de apoyo a las personas de la diversidad sexo-genérica. 

La venta de derechos de marketing, derechos de hospitalidad y derechos de transmisión televisada.

La Copa Mundial aporta miles de millones de dólares a la FIFA, entre la venta de derechos de marketing, derechos de hospitalidad y derechos de transmisión televisada. La elección del país sede parece ser una decisión de negocios en definitiva. Se pueden observar entonces discordancias jurídicas de cada nación donde se efectúa el evento deportivo. Resulta que la FIFA, en su documentación reglamentaria, únicamente explicita lineamientos relacionados con la conducta y participación de los jugadores dentro del recinto deportivo y poco o nada se menciona sobre posibles permisos o negociaciones en materia de protección jurídica para las personas visitantes/aficionadas que no estén familiarizados con los usos y costumbres de cada país. 

El negocio multimillonario y la falta de normativas públicas para el adecuado ejercicio del deporte, son un claro ejemplo de que “el mercado no se autorregula”. Basta con escuchar la respuesta del artista Maluma cuando un periodista le interroga sobre su postura respecto a la decisión de aparecer en público en un evento impulsado en una nación con legislaciones antiderechos para caer en cuenta que al capital no le interesan las personas. Se trata de cientos de marcas/empresas que patrocinan un evento donde cualquier expresión fuera de la norma puede derivar en prisión, aun cuando la causa sea en pro de los derechos de las personas. Ahora, el futuro de la persona imputada por “promover la sodomía”,según las normativas en Catar, recae sobre los hombros de esta industria mil millonaria que constantemente refuerza la idea de que poco o nada le interesa la seguridad de su propia afición. 

Marcador final

Resulta particularmente significativo observar que empresas que ya tienen un compromiso público con los derechos humanos, e instituciones como la FIFA, que supuestamente está incorporando políticas de esta naturaleza, operen de manera tan contradictoria, con dobles estándares. Todo lo anterior da cuenta de la falta de capacidad de las empresas e instituciones para respetar los derechos humanos e implementar medidas eficaces en materia de debida diligencia a todos los niveles de sus cadenas de producción y suministro. Nuevamente podemos observar dinámicas de washing o lavada de cara, que ya hemos denunciado anteriormente. Llama la atención además que no se hayan manifestado públicamente en contra de los abusos a derechos humanos en el país.

La alta mercantilización del fútbol no sólo ha opacado su esencia y consumido la conducta deportiva, sino que ha abierto paso a la explotación y la pérdida de dignidad de las personas que se ven impactadas por las actividades empresariales en torno a los mundiales. Esperamos que esto se corrija de cara a United 2026, a través de las evaluaciones de impacto en derechos humanos que deben realizar las ciudades, y de las propias prácticas tanto de empresas como de la FIFA. 

1 El País, Qatar, el mundial más caro (y polémico) de la historia, https://elpais.com/economia/negocios/2022-11-16/qatar-el-mundial-mas-caro-y-polemico-de-la-historia.html#:~:text=El%20embajador%20catar%C3%AD%20en%20Rusia,en%202021%20(151.831%20millones).

2 Equidem, If we complain, we are fired, https://www.equidem.org/reports/if-we-complain-we-are-fired.

3 State-owned Assets Supervision and Administration Commission of the State Council, CRCC Contributes to construction of Lusail Stadium in Qatar, http://en.sasac.gov.cn/2022/11/28/c_14540.htm.

4 ABC internacional, Una investigación relaciona a la constructora del principal estadio del mundial de Qatar con la persecución de uigures chinos, https://www.abc.es/internacional/investigacion-relaciona-empresa-constructora-principal-estadio-mundial-20221026191751-nt.html.

5 El País, La violencia digital contra Marion Reimers, cuando la misoginia se vuelve deporte, https://elpais.com/mexico/2022-12-08/la-violencia-digital-contra-marion-reimers-cuando-la-misoginia-se-vuelve-deporte.html.