Avaricia corporativa y acceso desigual en los tratamientos antivirales para COVID-19

Para ampliar el análisis de las prácticas corporativas que han influenciado las decisiones sobre la atención a la emergencia sanitaria causada por la COVID-19, en este informe presentamos información sobre los tratamientos antivirales orales, de los cuales poco se conoce pero cada vez están ganando más terreno como medida complementaria para enfrentar la COVID-19.

Los antivirales orales son tratamientos que si bien no sustituyen la función preventiva de las vacunas, son medicamentos complementarios que permiten reducir los riesgos de hospitalización y fallecimiento por COVID-19 si se ingieren en las primeras fases de la infección. En esta nueva fase con el fin de la emergencia sanitaria, estos tratamientos se ponen en el centro de la atención a la salud para responder a la enfermedad que seguramente irá adquiriendo un comportamiento estacional en conjunto con las demás enfermedades respiratorias virales.

En esta investigación mostramos que a pesar de las ventajas que ofrecen estos medicamentos, al igual que ocurre en el caso de las vacunas, las empresas farmacéuticas han priorizado la acumulación de las ganancias de sus inversionistas, mostrando indiferencia por el interés general y la salud pública. Los gobiernos de los países con mayores ingresos han impulsado el desarrollo de estos medicamentos mediante el financiamiento público y las compras anticipadas reduciendo el riesgo que corren las empresas en dichas inversiones.

Esta lógica lejos de permitir el acceso a las personas a los medicamentos ha reforzado el acaparamiento de los cursos de tratamiento en estos países creando una serie de barreras para los países de ingresos medios y bajos que cuentan con los sistemas de salud más precarios. Si bien se realizaron esfuerzos para posibilitar el desarrollo de medicamentos genéricos a través del Medicines Patent Pool, esta iniciativa incluye sólo a algunos países de América Latina dejando por fuera a la mayor parte. Por otro lado, países como Brasil y México que cuentan con empresas que están habilitadas para producir el genérico de Paxlovid no lo pueden distribuir en sus propios territorios pues se cuenta con patentes vigentes hasta el 2041.