La empresa, Sonora Lithium, posee estudios para aprobación de tres Manifestaciones de Impacto Ambiental en las proximidades de una reserva natural que no menciona en sus solicitudes. Además, donde pretende desarrollar estos proyectos, temporalmente detenidos por el Gobierno Federal, es una región ya altamente contaminada por la minería, todo esto, sin conocimiento o consentimiento de los y las campesinas que ahí radican, o de sus autoridades locales.

Alrededor del 31.92% del territorio del estado de Sonora se encuentra concesionado a la minería, una de las industrias que ocasionó los más grandes desastres ecológicos de la historia moderna de México. Si bien el Gobierno Federal detuvo la autorización de nuevos permisos para la extracción de minerales en todo el país,1 la industria en cuestión, busca otras rutas para lograr ocupar más espacio en un territorio calificado como de Alta Concentración Minera. Así lo explica el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Samuel Rosado-Zaidi.

De esta manera, a pesar de las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador de no entregar más territorio a estas firmas, empresas como Sonora Lithium se diversifican para intentar continuar operando en una región con graves problemas de abastecimiento de agua2 y violencia.3

El pasado mes de febrero, en compañía sólo de un presidente municipal, la secretaria de Energía, Rocío Nahle, la secretaria de Economía Raquel Buenrostro y el gobernador de Sonora Alfonso Durazo, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) anunció el Plan para la Nacionalización del Litio. En ese mismo encuentro, las autoridades comentaron4:

“Aquí, en Bacadéhuachi, en la Alta Sierra de Sonora, en el corazón profundo de nuestro estado, aquí este, presidente, es la esencia del Sonora profundo, de Sonora, se encuentra lo mejor del futuro y del pasado de nuestra nación (sic)”.

Crédito: Samuel Rosado-Zaidi, geógrafo y economista de la UNAM.

Sin embargo, estas noticias no llegaron, en absoluto, a todos los municipios que las mismas autoridades delimitaron por decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF). El máximo documento que rige las nuevas reglas operativas para la gestión de este mineral, comprende a los municipios de Arivechi (del Partido del Trabajo), Bacadéhuachi (Morena), Huásabas (Nueva Alianza), Divisadero (Movimiento Ciudadano), Granados (Movimiento Ciudadano), Sahuaripa (PRI) y finalmente Nácori Chico (Movimiento Ciudadano). Es decir, el presidente y sus subordinados sólo extendieron invitación al presidente municipal que pertenece a su partido.5

Peor aun, tras un recorrido por la zona se pudo corroborar que las autoridades no han colocado anuncios ni presentado información al respecto de dicha nacionalización en ninguno de los municipios fuera del ya mencionado Bacadéhuachi.

Al respecto, el presidente municipal de Nácori Chico, Jorge Luis Portillo Arbizu, explica en entrevista exclusiva para PODER que a aquel recóndito pueblo (por su lejanía con la capital), las autoridades no se han presentado. De hecho, explicó que tiene meses esperando reunirse con el actual gobernador Alfonso Durazo, quien desde marzo no ha presentado ningún plan de trabajo relacionado al litio:

“A nosotros, en nuestro municipio, no nos ha llegado ningún documento respecto a posibles proyectos en la zona, sólo lo que nos enteramos por las noticias. (…) Nosotros hemos hecho traslado de dominio por dos ranchos que adquirió Bacanora Litium aunque no logro comprender en qué va a quedar con lo de la nacionalización del litio. Hasta ahora son dos ranchos, Rancho las Ventanas en Bacadéhuachi y el Rancho Las Perdices, aquí en Nácori Chico”.

El alcalde además explica que el municipio tiene fuertes necesidades en materia de salud, pocos hospitales, pocas escuelas y la inseguridad: “Como todos los municipios, carreteras y la ganadería (…) tenemos cuatro comisarías en mitad de la sierra, nos vuelve un municipio más complicado que Bacadéhuachi”. No existe una vía confiable que una a esta localidad con la capital, y nadie, de ningún nivel de gobierno, ha llegado a explicar qué pasará o si este municipio ubicado en el corazón de las minas de litio con las que pretenden hacer negocio para todo el país, se verá beneficiado de alguna manera.

De hecho, Jorge Alberto Hernández Urrea, actual secretario de diversidad de Morena en Sonora, explica que, al tratarse de un estado tan grande, lograr que los programas sociales lleguen a todos los municipios es, a veces, simplemente imposible. Un ejemplo de esto es la política de integración a población de la diversidad sexual a los campos laborales más explotados de la zona, como la minería.

A pesar de los esfuerzos, de los 72 municipios de Sonora, la Secretaría de Diversidad sólo posee enlaces en 31 de ellos. Esto se debe, según lo explica Hernández Urrea, a la distancia entre localidades, la violencia explícita y el miedo a ser reconocido como parte de esta población en localidades con pocos habitantes. El estigma sigue siendo un problema.

“Como tú lo comentas, en gran parte de la región hay desplazamiento que en muchos de los casos es debido a la violencia. Laboral y criminal. Muchas de las personas que viven en las rancherías, simplemente no -salen del closet- por temor a no ser integrados dentro de los círculos de operación, es decir, mientras no seas abiertamente homosexual, la empresa minera no tiene problema con contratarte (…) en cambio, si eres abiertamente homosexual te expones al desempleo y a la violencia física”.

El funcionario público concluye la entrevista explicando que aún hay grandes retos para llevar los programas sociales a la Sierra de Sonora: “Creo que falta más en la cuestión de llevar esa información (de implicación por vivir cerca de una mina) a esos lugares, porque hay lugares de los altos de la Sierra que, pues, si batallas por internet imagina el resto, y ahorita, pues la plataforma principal de difusión es esa, es el internet, la verdad, entonces creo que faltan más difusión de estos programas haciendo uso de otros métodos”.

El dragón chino en Sonora

Así, en mitad de la incertidumbre y la guerra comercial, llegó el denominado Dragón Chino a la Sierra Madre Occidental, entre los límites de Sonora y Chihuahua. Y fiel al mito del reptil alado, el coloso llegó al pueblo de Nácori Chico, y a otros tantos, en busca del tesoro: el litio.

De la empresa se ha dicho poco. Sonora Lithium Limited es en realidad uno de los nombres comerciales del gigante minero Ganfeng Lithium Group Co., Ltd (o 江西赣锋锂业股份有限公司 en chino), quien hasta el último reporte contemplaba casi 50 razones sociales y acciones en otras 11 empresas ubicadas en Reino Unido, Corea del Sur, Estados Unidos, China, América Latina y Singapur. De hecho, dentro de sus principales 10 inversores se encuentra la fabricante de telefonía celular Samsung.

En México, esta empresa posee acciones mayoritarias en la firma Minera Sonora Borax S.A. de C.V., de tal modo que todas las operaciones relacionadas con las firmas subsidiarias de Sonora Lithium, es decir, Ganfeng Lithium, pasan por la mexicana Borax.

Tras rastrear las operaciones de este gigante chino, PODER, vía MéxicoLeaks, tuvo acceso a las tres Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentadas por parte de la empresa Sonora Lithium o Borax, con las cuales pretenden construir una Planta de Cogeneración, en Nácori Chico (Código de verificación 26SO2020MD009); un pozo de agua que sería utilizado en un sistema de enfriamiento, en Bacadéhuachi (26SO2020MD042); y un proyecto minero, también en el municipio de Bacadéhuachi (26SO2017MD070).

De estos tres proyectos, sólo el del pozo se encuentra sin resolutivo o pendiente de aprobación, mientras que los otros dos fueron negados. El proyecto que se pretendía iniciar en Nácori Chico contempla el almacenamiento de grandes cantidades de metano, material “altamente riesgoso” según la categoría en el segundo listado de actividades altamente riesgosas, publicado en el DOF con fecha de 04 de mayo de 1992. La capacidad de almacenamiento de esta sustancia para la Planta de Cogeneración, según lo reportado en la Manifestación de Impacto Ambiental, sería para 40,000 galones en estado líquido y 326.70 kg en estado gaseoso, para un ducto de 1.289 km.

A escasos 40 minutos de donde Sonora Lithium pretende desarrollar su planta, se encuentra un Área Natural Protegida llamada Campo Verde; ninguna de las MIA presentadas por la empresa contempla posibles afectaciones a esta zona.

Hace algunos días, medios de comunicación en Ciudad de México reportaron que presuntamente la firma Ganfeng Lithium buscaría recuperar las concesiones por la vía legal. Esto luego de que el Gobierno Federal, revocara concesiones a todas las empresas que estuvieran extrayendo litio en México con objetivo de entregar todos los permisos a la empresa del estado de reciente creación LitioMx. Poder intentó contactar a la empres para hablar de este tema, sin embargo, al momento del cierre de esta edición, nadie respondió a los números de teléfono o correos electrónicos que son públicos.

Sobre el tema se sabe que, la derogación de las concesiones anunciadas por la actual administración, incluyen las relacionadas con el yacimiento de litio en el municipio de Bacadéhuachi, en Sonora. Presuntamente uno de los yacimientos de litio más grandes del país.6

La guerra que se desata por las piedras

El litio es un material que está disputa. Se trata de una piedra blanco-plateada y químicamente reactiva a la que se hace referencia en la gran mayoría de los discursos del sector político y científico del mundo debido a su reciente relevancia. Este es el mineral más ligero en peso de todos los metales. Un elemento que comúnmente es utilizado en la fabricación de baterías e indispensable para el desarrollo tecnológico y la transición energética de todas las naciones. Eso es lo que buscan en Sonora.

La importancia de este elemento fue puesta al descubierto tras la firma del Acuerdo de París (el tratado internacional que tiene como objetivo mitigar el cambio climático ) y dado que el litio, entre otros minerales críticos (como cobre, níquel, cobalto, cromo, grafito, manganeso y zinc), es considerado uno los materiales clave para lograr la denominada Transición Energética.

Se les denomina minerales críticos a todos aquellos cuyo riesgo de escasez, y su consecuente impacto sobre la economía, es mucho mayor que en cualquier otro mineral7.

Esto se debe a que, el Acuerdo en cuestión, pretende reducir en 1.5 ó 2 grados el calentamiento global en un periodo de tiempo determinado, y al tratarse de un documento jurídicamente vinculante, existen sanciones a los países firmantes que no acaten las normativas de transición. Entonces, los elementos críticos (las tierras y minerales) se volvieron en pocos años, uno de los motivantes comerciales más poderosos del mercado con el objetivo de lograr ventaja sobre el resto de naciones y a la vez evitar sanciones.

Lo anterior, debido a que los países que logren poseer estos insumos, tendrán una ventaja de cumplimiento y producción sobre el resto, ya que las energías que son consideradas como “limpias” los requieren para su construcción, por ejemplo: la energía eólica es la que más demanda de minerales críticos requiere, principalmente el litio, para el almacenamiento de energía; mientras que la fabricación de paneles solares, necesita del boro y el silicio.

Quizás se trata del mineral más valioso de nuestros tiempos. Y la comunidad que lo resguarda, aquellos escasos dos mil campesinos y campesinas, esperan y dudan que la riqueza que promete aquel descubrimiento sea real. También desconocen, por lo menos a quienes se pudo entrevistar, la lucha global por el acaparamiento de este mineral y tampoco advierten que, pronto, muy pronto, a sus rancherías llegarán las cavernas oscuras, las maquinarias pesadas y las sierras que desaparecen los bosques que les quedan. El progreso, tiene nombre de transnacional.

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