En total, México erogó 1,685,779,235.06 pesos en 1,529 contratos de Tratamiento Antirretroviral o (TARV) en 2020, último año en el que el país reportó pública y desagregadamente las compras de medicamentos consolidados. Dicha información obtenida del portal de transparencia de la Secretaría de Salud (SSa) nos permite además entender la ruta del dinero hasta ese mismo año1 en que dejaron de transparentar las compras públicas consolidadas debido al cambio de modelo de compra por licitación a compra consolidada.
México empezó a adoptar en serio el modelo de compras consolidadas a partir del cambio de gobierno en 2018, cuando la entonces nueva administración federal transfirió a la Secretaría de Hacienda (SHCP) la responsabilidad de centralizar las compras públicas2. El motivo principal fue que concentrar las compras en un solo proceso permitiría al Estado tener más poder de negociación, reducir duplicidades, lograr mejores precios, facilitar la fiscalización y disminuir la corrupción3.
En 2020, 3 empresas concentraron el total de adjudicación de TARV. El gasto público en medicamentos antirretrovirales en 2020 se concentró de manera extrema en un pequeño grupo de proveedores. El 82 por ciento del gasto se quedó en manos de solo tres empresas. La mayor beneficiaria fue Farmacéuticos Maypo, que acaparó 40.79 por ciento del presupuesto. Le siguió Gilead Sciences México, responsable de 30.73 por ciento del gasto, y en tercer lugar Janssen-Cilag de México, con 11.60 por ciento. Este nivel de concentración implica que dos transnacionales y un intermediario dominaron el suministro nacional.
El resto del mercado se fragmentó entre proveedores cuyo peso fue claramente marginal. GlaxoSmithKline alcanzó 6.39 por ciento; Sandoz sumó 4.20 por ciento; Landsteiner Scientific, 2.44 por ciento, y Merck Sharp & Dohme, apenas 1.65 por ciento. Ninguna otra empresa superó el uno por ciento del gasto total. Entre ellas se encuentran Abbvie, Alternavida, Evolution Proces, Stendhal, Roche, Ultra Laboratorios, Aurovida Farmacéutica y Boehringer Ingelheim, todas con participaciones que van del 0.66 por ciento hasta cifras casi simbólicas de 0.002 por ciento.
El patrón general muestra un mercado dependiente de muy pocos actores . Esto revela una estructura de compra altamente concentrada, así como una vulnerabilidad sistémica: cualquier falla de suministro en una de las tres principales empresas tendría un efecto inmediato sobre el acceso a tratamientos, dado que la mayor parte del dinero y del volumen contratado recae en ellas.

Flujo de medicamentos por tipo de medicamento en relación a la entidad federativa a la que se destinó. Fuente: Elaborada por PODER con información de Secretaría de Hacienda.
En entrevista exclusiva para PODER el titular general del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA y Hepatitis (CENSIDA), el doctor Juan Luis Mosqueda Gómez, comentó que se desconoce el motivo por el cuál se dejaron de transparentar los contratos de compras públicas pero que ese fue el resultado de los acuerdos con organizaciones de la sociedad civil, sin nombrar cuáles de ellas.
“A nosotros, en México, no nos afectó la falta de medicamento TARV sin licencias. México tiene compromisos internacionales con Gilead o GSK específicamente. Son compromisos de patentes con todas las compañías, los cuales nos obligan a respetar las patentes”, aseguró el funcionario. Es decir, México se encuentra imposibilitado por acuerdos comerciales globales a adquirir medicamentos TARV sin patentes.
El especialista insistió en recalcar que el tema que se resolvió de la mejor manera, entorno a los medicamentos, es el de la accesibilidad y agregó que las cifras en aumento de mortalidad pueden responder a la falta de diagnóstico: “El abasto de medicamentos está asegurado. Se aseguraron para los últimos años y las personas lo reciben de manera gratuita. (…) En México tenemos diagnosticadas 320 mil personas con VIH. Eso quiere decir, que debe haber en México alrededor de 80 mil personas que no conocen su diagnóstico (debido a que las estimaciones de la OMS es de 400 mil personas que viven con el virus en México). Estas personas se pueden dar cuenta muy tardíamente de su diagnóstico en la etapa que denominamos SIDA, muchas veces por que sigue siendo una enfermedad con estigma”. Asegura además que la capacidad de reacción es limitada en esos casos.
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Las defunciones en México por VIH
Como lo reporta el doctor Mosqueda en la conversación anteriormente citada, “existen 400 mil personas viviendo con VIH y un aproximado de 80 mil personas que viven con el virus pero carecen de diagnóstico”. De ese universo, PODER analizó la estadística que proporciona el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Secretaría de Salud referentes a la mortalidad del VIH. .
De acuerdo con los datos desagregados por PODER, este esquema de adquisiciones no consiguió mejorar de manera significativa la cobertura ni reducir la mortalidad asociada al virus. En total, de 2019 a la fecha, en México han muerto 29,474 personas a causa de condiciones relacionadas al VIH.
En 2019 y 2020, los reportes anuales de Secretaría de Salud reportan 5293 y 4557 respectivamente. Para 2021, se registraron 4662 muertes relacionadas con este virus; mientra que durante el 2022, se reportaron 4847 personas fallecieron a consecuencia de la enfermedad o alguna complicación generada por esta.
A partir del año 2023 podemos observar un incremento: el INEGI registró 4966 muertes relacionadas con el VIH, ya sea por la infección directamente o por complicaciones asociadas.
Para 2024, el panorama no mejoró. El informe anual de mortalidad del INEGI señala 5149 fallecimientos por VIH o sus complicaciones. De esas muertes, 58.6 por ciento se atribuyeron a enfermedades infecciosas y parasitarias, mientras que 3.9 por ciento correspondieron a tumores malignos. En 14.9 por ciento de los casos no se precisó la condición asociada4.
Al respecto, el titular de CENSIDA comenta estar en desacuerdo con las cifras. Argumenta que desconoce el modelo por el cual ingresan datos de mortalidad en INEGI. Sin embargo, asegura que el tipo de fallecimientos ha cambiado:
“Históricamente las personas que viven con diagnóstico de VIH solían fallecer del mismo VIH, de la progresión de su enfermedad. Porque no había medicamento, porque no había atención, porque la enfermedad avanzaba inexorablemente hasta llevarlos a morir. Ahora no. La mortalidad se ha ido asociando cada vez más a causas que no tienen que ver con el VIH”, comenta sobre los reportes de INEGI, aunque no existen datos públicos al respecto de lo que menciona el funcionario.
El desabasto también se mantiene
La fotografía más reciente sobre el abasto de antirretrovirales en México no proviene de declaraciones improvisadas, sino de los reportes que cada institución está obligada a publicar tras los acuerdos de CENSIDA, por ejemplo, el informe de abasto de Antirretrovirales de la Secretaría de Salud. Para 2025, el CENSIDA de la SSa difunde en su sitio web el estado de las existencias y, de acuerdo con su informe más reciente, la mayoría de las claves presentan niveles adecuados.
Con esa información de suministros, contrastada con el protocolo existente para la atención de VIH, la organización de la sociedad civil AIDS Healthcare Foundation (AHF), identificó los siguientes percances de abastecimiento: Abacavir 300 mg —con un consumo mensual de 14 unidades— y Darunavir de 150 mg —con un consumo mensual de apenas una unidad— registraron existencias en cero y uno, respectivamente.


En contraste, el esquema de mayor uso en el país, Bictegravir/Emtricitabina/Tenofovir Alafenamida, mantiene un consumo mensual de 113,467 unidades y una existencia de 413,136, suficiente para 3.6 meses. Lo mismo ocurre con Emtricitabina–Tenofovir para PrEP, con un consumo mensual de 29,397 y existencias para 4.1 meses (un mes mayor a lo que obliga el protocolo).
En el caso de los servicios de salud de Pemex, su informe del segundo trimestre de 20255 reconoce un desabasto de Bictegravir/Emtricitabina/Tenofovir Alafenamida, con existencia para solo un mes de suministro nacional. La empresa continúa utilizando Efavirenz, emtricitabina y tenofovir disoproxilo para la mayoría de sus usuarios, con 588 unidades de consumo mensual y existencias suficientes para 4.8 meses. Pero varias claves críticas —Abacavir-Lamivudina 600/300 mg, Darunavir 600 mg, Lopinavir-ritonavir y Ritonavir 100 mg— solo cuentan con un mes disponible.
El IMSS, que atiende al mayor número de personas que viven con VIH en el país, reportó desabasto o niveles mínimos de suministro en seis medicamentos. La lista va desde Darunavir 600 mg, con un consumo mensual de 38 unidades y solo una existencia disponible, hasta formulaciones pediátricas de Dolutegravir —las tabletas dispersables de 5 mg y las de 10 mg— que tienen cero o apenas diez piezas registradas a nivel nacional. Otros medicamentos, como Efavirenz/emtricitabina/tenofovir disoproxilo y la suspensión de Nevirapina, directamente no registran existencias.
Con estos datos, el mapa queda claro: México tiene la normativa, los acuerdos y las instituciones capaces para prever el abastecimiento. Pero los reportes muestran diferencias profundas entre sistemas, fallas puntuales en claves específicas y un cumplimiento desigual de la obligación de informar. Ninguna de esas piezas se puede analizar sin la otra. Y mientras la información siga fragmentada, el acceso continuo al tratamiento dependerá menos de la política pública y más de la institución a la que cada persona pertenece.
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Desabasto de medicamentos por año en relación al la cantidad de reportes, elaborada por PODER con información de #CeroDesabasto
Este reportaje fue realizado con información pública. Los datos de reportes por desabasto de medicamentos fueron sistematizados por PODER pero se encuentran para su libre consulta gracias a la colectiva Cero Desabasto. Los datos aquí revelados son producto del análisis de COMPRANET, CENSIDA, INEGI y Secretaría de Salud. Las conclusiones pueden contener variaciones debido a la falta de información pública o a su disponibilidad.
1CENSIDA (2025). Reporte de compras TARV por año.
2Castro, Raúl (2022). AMLO da marcha atrás a cambios en compras consolidadas, advierte el IMCO. Fortuna.
3Paredes, Rebeca (2025). IMCO. Homologación de compras públicas,
5Secretaría de Salud (2025). Abasto de medicamentos de personas que viven con VIH.






