A pesar de que las quejas en contra de Broxel, la empresa de medios de pago encargada de emitir las tarjetas del Metro de la Ciudad de México (CDMX) desde noviembre de 2017¹, inundan foros de Internet² y la propia página de descarga de su app, la firma busca renovar el contrato para emitir más³. El objetivo de las tarjetas conocidas como de doble propósito, es decir, que permiten tener una cuenta con dinero y pagar el Metro, era ayudar a incrementar la inclusión financiera en México, según admite la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)⁴, pero el costo a pagar por los usuarios parece caro. A esto se suma que, al pertenecer a la industria de tecnología financiera o Fintech, la regulación que debe seguir la empresa y, por tanto, la protección a sus usuarios, todavía está en desarrollo.

“La aplicación es terrible, muy mala, el servicio malo, llamas a atención a clientes y te dicen que esperes de 24 a 48 horas hábiles para ver reflejado tu depósito. Pasa el tiempo, les vuelves a marcar y te dicen que debes escanear el ticket y esperar otros 3 días hábiles para poderte dar respuesta, y eso si es positiva, y si no lo es, te cobran 250 pesos. O sea, todavía que haces tu depósito y se lo roban, te quieren quitar más dinero. Compañeros, no se dejen engañar”, escribió un usuario el 10 de abril de 2019 en las reseñas de la app de Broxel en la tienda de aplicaciones de Google.

Las fuentes de dinero de Broxel no se limitan a su tarjeta del Metro, emitida con Mastercard. La firma genera dinero a través de una amplia red de subsidiarias y compañías relacionadas, desde emisión de créditos con una tasa anual del 90.5% a empleados del sector público, hasta proveer a una empresa multinivel que promete cosas difíciles de cumplir: descuentos en diplomados certificados por la Universidad del Valle de México (UVM) y limpiar el buró de crédito negativo. Los recursos de Broxel también pasan por hacer publicidad para sus propios productos, para gobiernos y para políticos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Entre 2014 y 2018 Broxel Vales, S.A. de C.V., tuvo siete contratos con dependencias del gobierno federal por más de 405 millones de pesos, todos ellos para hacer tarjetas de vales de gasolina para los empleados del ISSSTE, SEDATU y CONALEP. Broxel Vales es filial de GL Asesores de Desarrollo de Negocios, S.C. y de TresGB Investments, S.A.P.I. de C.V., que aparece como fundada y presidida por Gustavo Gutiérrez Galindo⁵, quien también fundó Servicios Broxel, S.A.P.I. de C.V.

Los detalles del contrato que la empresa firmó con el Sistema de Transportes Colectivo Metro en 2017 bajo la dirección de Jorge Gaviño Ambriz y Miguel Ángel Mancera como jefe de gobierno de la Ciudad de México, se mantienen reservados. El contrato para emitir las tarjetas del Metro se extendió a 2018.

Las letras chiquitas de la app

La app de Broxel para el Metro sirve también para todas las demás tarjetas y servicios de la empresa, desde tarjetas de vales y créditos, hasta ser parte de la empresa multinivel. La aplicación se autodenomina como una “plataforma virtual multiservicios, no financiera, que permite acceder, entre otros servicios, a un crédito revolvente, a un crédito simple y contar con una tarjeta física y/o virtual”, según sus términos y condiciones.

Esa descarga y el registro en la aplicación generan ciertas obligaciones para los usuarios, a quienes además se les exige que “suban de nivel a cuenta PREMIUM” cuando hayan excedido el límite de 15,000 pesos en depósitos en la tarjeta y para operaciones tan básicas como hacer transferencias interbancarias, según reportan varios clientes de la app y lo que pone la propia página de Broxel. Es ahí donde surgen muchas de las quejas, pues al superar ese límite la tarjeta es bloqueada y se le obliga al usuario a entregar más documentación y firmar un contrato con Broxel. En caso de no hacerlo, la cuenta queda congelada y aunque sí se eleve a nivel premium, los clientes reportan que no sirve de nada.

“Pese a que me hice premium para según realizar todo de mejor forma, TODO MAL, no puedo hacer SPEI, ni vincular a Google ni otros servicios, quieres cancelar y tienes que hacer hasta cartas para poder lograrlo. Creí que sería mucho mejor el servicio, pretendí hacerla mi primera tarjeta y terminé odiándola”, escribió otro usuario en las reseñas de la app el 16 de marzo de 2019. “Me obligaron a subir de nivel para que se reflejara (un depósito) y aún así nada, me arruinaron las fechas navideñas sin poder usar mi dinero”, escribió otro cliente el 7 de enero de 2019.

Las letras chiquitas de la app no contienen los costos de un crédito, sólo refieren a la página web, sin un enlace inmediato. Pero la web tiene sus propias letras chiquitas⁶; ahí dice que el Costo Anual (CAT) Promedio, es decir, un aproximado del costo real que el cliente termina pagando por un crédito o tarjeta de crédito, contando intereses y comisiones, es del 97.1% sin IVA. Por ejemplo, si se solicitara un crédito de 10,000 pesos con Broxel, lo que el cliente terminaría pagando, además de esos 10,000 pesos, son 9,700 pesos más.

Hay quejas desde 2018, año en que según la empresa contactó directamente a los usuarios, informó Salvador Camarena en su columna en El Financiero⁷. Sin embargo, de todas las quejas reportadas en los meses que van de 2019 en las reseñas de la app, Broxel sólo contestó a una, remitiendo al cliente a ponerse en contacto con ellos vía redes sociales.

“Broxel ya tiene dinero”, las promesas de Trinity

Trinity by Broxel es quizá el producto más polémico relacionado a Broxel, para el que Servicios Broxel es proveedor back office, es decir, se encarga de habilitar todas las transacciones. Trinity es una empresa multinivel que busca unir a más y más “socios” o vendedores y que ellos a su vez agreguen a más personas. Cada socio debe adquirir un kit o membresía, de cuatro que existen. El Ambassador, de 500 pesos; el Coach de 2,000; el Investor de 15,000; y el cuarto es sólo por rango. Todos los kits implican una tarjeta Broxel, que pide bajar la app que tantas quejas registra.

Dependiendo de su nivel de membresía, pueden tener acceso a “planes de compensación”, que incluye el “Broxel Market”: productos que se venden en línea supuestamente, sólo para ellos y a precios de mayoristas para que los puedan revender a precios minoristas, como suplementos alimenticios, cremas cosméticas y viajes. “Broxel ya tiene dinero, ellos lo que quieren es que usemos sus tarjetas”, dicen en videos en YouTube los vendedores de Trinity by Broxel. Cada transacción en el Broxel Market y en tiendas afiliadas les hace ganar puntos broxel o infinities, que se usan para intercambiar productos entre los vendedores.

Cada matriz o red se compone de 14 personas debajo de quien la inicia. Es decir, una persona abre una red con alguno de los kits, cada persona que invita paga los mismos 500, 2,000 o 15,000 pesos y a su vez invita a más personas. Por cada socio que se sume, el que inicia la red obtiene un porcentaje del pago. Cuando se llega al límite, se abre otra red u otro brazo de la red. Si bien las empresas multinivel son legales, en otras ocasiones, han escondido fraudulentes esquemas piramidales detrás, donde también es requisito afiliar a más personas y pueden involucrar o no, productos de dudosa procedencia o que no existen⁸.

Todos los contenidos e información de Trinity se conocen vía YouTube, con videos que van desde los 10 hasta los 60 minutos, en los que se habla de las “Las 3 Trinidades: 1. Salud, Desarrollo Personal y Finanzas; 2. Información, Entorno y Opinión; y 3. Conocimientos, Productos y Servicios”.

“Estamos compuestos por tres trinidades”, dice en un video Claudia Sanjurjo, una de las vendedoras de Trinity más conocida vía YouTube. Sanjurjo asegura que el entorno de Broxel tiene dinero, educación y oportunidad, lo que garantiza el éxito para sus vendedores. Pero Sanjurjo no es una vendedora más, es también empleada de Trinity Mercadeo, S.A.P.I. de C.V., dirigida por Abel Benítez, de quien no se sabe mucho salvo un video en el que sólo se escucha su voz con acento extranjero⁹.

En el aviso de privacidad de Trinity, Sanjurjo aparece como la titular de la Comisión para la Protección de Datos Personales e Información Confidencial de Clientes, Usuarios y Colaboradores de la empresa¹⁰. Además, comparte domicilio con la dirección de contacto de Broxel en Javier Barrios Sierra 555, piso 9, Santa Fe, en la Ciudad de México¹¹. Sin embargo, Servicios Broxel, S.A.P.I. de C.V., ubica su domicilio en Av. Mario Pani 400, 1er piso, también en Santa Fe, según su aviso de privacidad¹².

Por 1,600 pesos al mes, además de la membresía elegida, Broxel promete que los afiliados tendrán acceso a cursos de la Universidad del Valle de México que fuera de Broxel cuestan 15,000 pesos la mensualidad. Según Sanjurjo, se obtienen “tres certificaciones y un diplomado, todos por UVM, para que ejerzas como Life Coach, Health Coach o Business Coach, y Professional en Nertwork Marketing Coaching and Leadership”¹³.

“El Kit Coach, de 2,000 pesos ya te da tu inscripción a la UVM, ya vas a tener como tu matrícula en la UVM”, dice Sanjurjo en un video. Sin embargo, en ningún video explican que el diplomado, al formar parte de su departamento de educación continua, no es un programa oficial de la UVM; es decir, sí está desarrollado por la universidad y tiene valor curricular, pero los estudiantes no tienen una matrícula ni registro de la UVM.

“A petición de la empresa Trinity by Broxel, la Universidad del Valle de México desarrolló para ellos un programa de educación continua, un Diplomado: Professional Network Marketing Leadership & Coaching, con duración de 112 horas. El programa está en la plataforma de dicha empresa y es esta misma la que brinda el acceso a quienes estima conveniente”, comunicó la UVM para este reportaje.

Los créditos, la puerta del negocio

Broxel ofrece créditos a través de la tarjeta del Metro y de su app ligada a su marca homónima, pero también a través de otras empresas como Myo, Servicios Myo y Mejoravit. La constante en todos ellos son los elevados CAT, al menos del 97%.

Myo¹⁴ y Servicios Myo parecen diferentes sitios, de hecho sus páginas están alojadas en diferentes direcciones de Internet, sus domicilios difieren entre sí y sus logotipos también, pero ambas guardan relación con Broxel y sus marcas fueron registradas por el mismo abogado, Marcial Ascencio Herrera.

Operadora Broxel, S.A. de C.V., SOFOM E.N.R.¹⁵, con domicilio en Av. Insurgentes Sur 1420, Col. Tlacoquemecatl Del Valle, en la Ciudad de México, aparece como operadora de Myo¹⁶. En su registro ante la Comisión Nacional para la Defensa de Usuarios Financieros (Condusef), como presidente y director general de la firma está Rodrigo Eduardo Díaz de León González¹⁷, quien según su Facebook¹⁸-h-R&eid=ARAMWxR7s5gVNP7ApYJ_ATAT42kbGeG__AYHeWxowK1oNB2uNEfI6KtRNdISHwRRAR-2n0wI5DfnZKLJ» target=»_blank»>Facebook de Rodrigo Díaz De León.] compartió escuela con Gustavo Gutiérrez Galindo¹⁹ en el CEYCA.

Este medio de comunicación también solicitó una entrevista con el equipo de Broxel, sin embargo, luego de un par de días, dicha entrevista fue negada bajo el argumento de que el director de comunicación social de la empresa se encontraba fuera del país.

Mientras que para Servicios Myo, S.A.P.I. de C.V. la relación con Broxel no es tan obvia: la dirección es Av. Paseo de la Reforma 222, interior 100, piso 1, en la CDMX –en ese centro comercial también se ubica una sucursal de Arrachera House, otro negocio de Gutiérrez–, pero comparte con Trinity by Broxel a Carlos Magaña Campos, como Supervisor de Procedimientos en Materia de Protección de la Información Confidencial²⁰, y usa materiales de Broxel en su web, como aquel que invita a promocionar Mejoravit.

Además Servicios Myo tiene registros de marcas con el logotipo de Myo de Operadora Broxel.

Broxel cuenta además con Tengo by Broxel²¹, una tarjeta de vales para empresas, que también requiere ser registrada en la app que usuarios aseguran que no funciona; y Broxel Media, una agencia publicitaria para dar a conocer sus productos. A través de esta última la empresa promocionó su tarjeta para el Metro, y cuenta entre sus clientes a sus propias firmas relacionadas Myo y Mejoravit, además de otras compañías privadas como Rassini y Cinemex, y la estatal Radio y Televisión Mexiquense. También Héctor Padilla Gutiérrez, político jalisciense del PRI, ha sido su cliente²².

La empresa de Gutiérrez Galindo, ex analista del Banco de México (1998-2000), también dueño de Pirates Burgers y frecuentemente invitado a entrevistas en medios y a foros sobre emprendimiento, además administra Mejoravit, antes Hipoteca Verde. Este mecanismo, para que trabajadores inscritos en el Infonavit adquieran préstamos, se mantiene también en el control de Broxel: los trabajadores tienen que bajar la app y sólo pueden usar su crédito en comercios y proveedores autorizados por la empresa. Pero la compañía no se hace responsable de problemas en los que puedan incurrir esos negocios, según escribió Omar Sánchez de Tagle en su columna en 24 Horas²³.

Escándalos y regulación

Si bien Broxel aseguró no estar involucrada en la compra de votos en la CDMX, vía tarjetas para empleados del gobierno, como acusó Morena en las últimas elecciones²⁴, la regulación de la firma, como empresa Fintech, y la protección para sus usuarios y sus recursos siguen siendo un tema delicado que debería tener resonancia en Estados Unidos, toda vez que acaban de lanzar una tarjeta para la comunidad hispana en ese país²⁵.

Bajo la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (ITF)²⁶, publicada el 9 de marzo de 2018, Broxel podría convertirse en una Institución de Fondos de Pago, y entonces obtener una autorización de la CNBV para operar bajo esa figura, “lo cual permitiría a sus usuarios contar con mayor protección y certeza sobre su dinero en la tarjeta”, según afirma la comisión bancaria. La empresa tiene hasta septiembre de este año para aplicar a la autorización y convertirse en una institución de fondos de pago. De estar en trámite, Broxel no está obligada a anunciarlo, aunque como buena práctica, otras empresas sí lo han hecho. Actualmente en su página web Broxel asegura que la regulan el Banco de México y el Servicio de Administración Tributaria²⁷.

A la fecha Broxel informa que ha emitido más de 6 millones de tarjetas, sin desglosar cuántas a través de cuál o cuáles empresas subsidiarias y relacionadas que forman su entramado. Al no ser un banco y a pesar de que sí emite formas de pago, Broxel como grupo no es regulado por la Condusef. Operaciones Broxel, S.A. de C.V., SOFOM, E.N.R. es la única empresa relacionada con Broxel sobre la que la Condusef sí puede recibir quejas²⁸, al ser una Sociedad Financiera de Objeto Múltiple, Entidad No Regulada.

Por eso, los usuarios que se quejan de ella sólo pueden acudir a la Procuraduría Federal en Defensa del Consumidor (Profeco), o bien inundar Internet con quejas, con la esperanza de que su problema, causado por la app de Broxel, sea resuelto.