– “Son cinco años de impunidad, sufrimiento, crisis económica e incertidumbre. Seguimos esperando justicia y reparación de los daños”, dicen las afectadas.
– El 7 de agosto, la Segunda Sala decidirá sobre un amparo de los Comités de Cuenca Río Sonora relacionado con la forma en que operó el Fideicomiso, un mecanismo privado y voluntario, acordado por Grupo México y el Gobierno Federal, que no remedió la situación dramática tras el derrame.
– Organizaciones de la sociedad civil solicitaron a la SCJN resolver a favor de la garantía y protección de los derechos humanos de las personas afectadas por el derrame y presentaron un Amicus Curiae a la Corte.
Ciudad de México, 5 de agosto de 2019 – En un acto público en las afueras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), representantes de las comunidades afectadas por el derrame de 40 millones de litros de sulfato de cobre acidulado en los ríos Sonora y Bacanuchi, responsabilidad de Grupo México en 2014, exigieron a la Corte revisar las operaciones del Fideicomiso Río Sonora, un mecanismo privado acordado por la empresa y el Gobierno Federal de Enrique Peña Nieto, y reabrirlo “hasta que se cumplan sus objetivos y se hayan concluido los procesos jurídicos de reclamaciones en su contra”.
En el templete, Irene Moiza, Evelia Lares, Óscar Encinas y Wenceslao Miramón, representantes de los Comités de Cuenca Río Sonora (CCRS), un movimiento social que reúne a las personas afectadas por el derrame en siete municipios, ofrecieron un mensaje para exigir justicia ante el máximo tribunal del país.