(Traducido del inglés)
Benjamin Cokelet
Maestría en Ciencias Políticas y Negocios Internacionales
Universidad de Nueva York (NYU)
Agosto de 2013
<h3]]>Resumen(Abstract): Este documento examina cómo se desarrolla la política de negocios y de qué manera impacta en la toma de decisiones pública en México. El argumento principal es que un entendimiento del rol que desempeña el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), la asociación empresarial más poderosa del país, es crítico para evaluar la transición de México hacia la democracia y la captura del estado de la toma de decisiones pública. El autor analiza la bibliografía teórica existente sobre la política de negocios, élites y la toma de decisiones, identificando las teorías principales que explican el surgimiento, estabilidad y efectividad del CMHN. Asimismo, presenta la historia del CMHN, dato significativo, dado que la información existente sobre la organización es escasa: solamente dos académicos han investigado a la organización en profundidad y su trabajo data de una década. Más aún, aporta nueva información sobre el CMHN, incluyendo el análisis de la red corporativa de los entrecruzamientos de los miembros de la organización para el año 2009. El autor argumenta que el CMHN es una asociación empresarial de élite con acceso exclusivo e informal a la información asimétrica a través de su contacto regular y directo con el poder ejecutivo federal que, dadas las relaciones e influencias del gobierno corporativo de sus miembros sobre al menos 27% de la economía mexicana, le permite a la organización condicionar de manera parcial la política económica y la toma de decisiones pública. Por último, el autor sostiene que, si México desea completar su transición hacia la democracia y consolidar los beneficios de la democracia y el desarrollo, debe insistir en una mayor transparencia por parte del sector privado que ejerce influencia sobre el gobierno y la toma de decisiones pública.
Palabras clave:
Política de negocios, análisis de la red social corporativa, México, CMHN, Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, PODER, élites empresariales, toma de decisiones pública, captura del estado.
INTRODUCCIÓN
La consolidación de la democracia y la lucha para definir el bien común constituyen un único desafío. En una situación ideal, los sectores público, privado y social lograrían este objetivo en conjunto a través de un sistema de cheques y balances conforme a lo cual las instituciones transparentes aseguran una rendición de cuentas horizontal y una efectiva gobernabilidad. Sin embargo, en la realidad, las opiniones sobre cuál es el significado del bien común, quién debe definirlo y cuál es la mejor manera de gobernar, varían entre las partes interesadas de una sociedad. En el vacío del consenso general, los sectores competitivos y los grupos de interés disputan el acceso al poder con el fin de influenciar a la toma de decisiones pública y dejar huella en los sistemas político y económico. Con el tiempo, ciertos grupos escuchan el eco de sus voces en los círculos del poder mientras que otros reciben solamente estática. Esto es muy cierto cuando se trata de la transición democrática en México, que desde 1929 viene transitando un proceso de prueba y error en la consolidación de su sistema político. A través de este proceso, las élites de los diferentes sectores han disfrutado de un acceso privilegiado al poder. Las élites de negocios en especial, han tenido un rol integral en la construcción del sistema político, provocando cambios sutiles en el Estado, proporcionando una manifiesta legitimación del gobierno y confrontando directamente con otras partes interesadas en los sectores de negocios, políticos y sociales. Desde los años 60 un grupo minoritario de estas élites, el poderoso y reservado Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), se ha comprometido en acción colectiva y ha llegado a convertirse en el más acérrimo defensor de sus miembros con respecto a su interpretación del bien común. Sin embargo y dada su tremenda influencia, uno debe preguntarse si esta organización es una fuerza a favor o en contra de la democracia. En este documento argumento sobre el impacto de la política de negocios en la toma de decisiones pública, en especial dentro del contexto mexicano. Exploro el rol de las élites de negocios, así como su poder e influencia sobre la definición del bien común. También contribuyo con datos actualizados sobre el CMHN y presento un análisis del entrecruzamiento de los consejos de administración en donde participan los miembros de la organización desde 2009. Finalmente, argumento sobre la importancia de reconocer al CMHN como una forma de evaluar tanto la transición del país hacia la democracia como el peligro de la captura del estado en la toma de decisiones pública. ¿Por qué enfocarse en la política de negocios? Como veremos, los científicos sociales han investigado este campo interdisciplinario ampliamente. A pesar de ello, sin embargo, el estudio de la política de negocios en México es superficial en algunas áreas, requiere de una teorización más sólida en otras y ciertamente necesita una actualización para incluir los nuevos desarrollos en el área durante la década pasada. Los mexicanistas que siguen el desarrollo de la política de negocios, las élites y la toma de decisiones, concuerdan de manera unánime en que el CMHN, compuesto por los pocos privilegiados cuyas acciones o falta de acción tienen mayor peso que cualquier organización del sector privado, es la asociación empresarial más influyente sobre la toma de decisiones pública en México. Solamente dos estudiosos han investigado al CMHN en profundidad, y su trabajo data de más de una década. Dado que México titubea entre la transición democrática y la consolidación y su economía lucha por una total modernización, éste es el momento indicado para examinar nuevamente a la asociación empresarial más poderosa del país. ¿De dónde viene el poder en los negocios y de qué manera influye en la toma de decisiones pública? [El apoyo de las empresas] hacia una forma de gobierno – ya sean formas democráticas, autoritarias o intermedias – es vital para la estabilidad de éste. Desde sus raíces, el poder de las empresas se origina desde su capacidad para influenciar las funciones públicas del empleo y la inversión. Por lo tanto, las decisiones de las élites de negocios afectan la estabilidad económica de manera significativa, la cual a su vez es imperativa para la salud de los gobiernos. Cuando una forma particular de gobierno les resulta intolerable, son capaces de agudizar las crisis económicas para derrocarlo. Durante el proceso, las organizaciones empresariales y otros líderes de negocios son capaces de unir a las coaliciones más amplias para producir un cambio en la política; hasta pueden tomar parte en las movilizaciones políticas.
Esta caracterización de la política de negocios y el rol organizado del sector privado en el proceso político habla directamente de la importancia del CMHN dentro del contexto mexicano: en esencia, nuestra comprensión de la política mejora a través del estudio de los negocios organizados. Éste es mi objetivo principal.
Matilde Luna, Ricardo Tirado y Francisco Valdés advierten que el tipo de política de negocios en México con “acceso directo a los funcionarios de gobierno de mayor nivel…. reforzó su exclusión de la política partidista. El vínculo privilegiado del sector con la creación de políticas económicas, y su aporte secreto sobre quienes tienen el poder político para influir en la elección de los candidatos a los cargos públicos, ocultaron el rol político de las empresas.” ii
Estos autores se refieren únicamente al Consejo Mexicano de Hombres de Negocios. Mi objetivo secundario es poner al descubierto a quienes ejercen el poder para influenciar la elección de los candidatos a los cargos públicos, revelar la identidad de los vínculos privilegiados y, a través de la transparencia y la comprensión, ofrecer nuevas herramientas para la rendición de cuentas.
¿Por qué nos debe preocupar la toma de decisiones pública? ¿Acaso no es ésta el trabajo de los líderes electos? En lugar de teorizar, es más efectivo sondear la opinión de los mexicanos.
Cuando se les pregunta si creen en su habilidad para cambiar el sistema político, un tercio de los mexicanos reconocen que se sienten completamente “indefensos.” Una parte importante de las respuestas proviene de los ciudadanos más pobres del país. iii De acuerdo con otro estudio de las élites, la sociedad civil y la democracia en América Latina llevado a cabo por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 80% de los líderes regionales están convencidos que los grupos económicos de facto (legítimos e ilegítimos) ejercen demasiado poder, lo cual “limita la capacidad de los gobiernos para responder ante las demandas de los ciudadanos.” iv ¿Qué nos dicen estos estudios? En términos generales, una amplia franja de ciudadanos se siente incapaz de afectar la toma de decisiones, mientras que las élites públicas sienten que los grandes grupos de negocios y otras formas de capitales privados tienen demasiado poder. El equilibrio de poder se aleja de los ciudadanos y de la sociedad civil hacia las élites de negocios. El rol del estado para dar cuenta de esta disparidad y superarla no se cuestiona. Hasta dónde la política empresarial determina la toma de decisiones pública, la cual afecta a ricos y pobres por igual, está abierto al debate.
LAS TEORÍAS PRINCIPALES
La bibliografía sobre la política de negocios, las élites y la toma de decisiones abarca múltiples disciplinas de las ciencias sociales. Este breve análisis examina diversas teorías. v El objetivo es comprender las fuerzas que dieron empuje al CMHN y que lo sostienen, lo ponen a prueba y le dan forma, así como también enmarcar al CMHN dentro de una discusión más amplia sobre la democracia, la sociedad civil, la acción colectiva y las redes formales e informales.
Aunque ninguna teoría individual describe o predice las acciones del CMHN y su comportamiento, un enfoque multidisciplinario le suma valor a la literatura existente. Antes de examinar las teorías relevantes es importante establecer ciertos conceptos.
Los Conceptos Fundamentales
El bien común
Los académicos mencionados en esta sección generalmente asumen que los actores
individuales son racionales, al menos hasta el punto en que sopesan costos y beneficios para maximizar la ventaja. Dada la infinidad de percepciones de “ventaja,” estos mismos eruditos también asumen que la teoría de la elección racional basada en la maximización de la ventaja no es suficiente. Algo que va más allá del nivel individual nos empuja a enfrentar la política y la economía de manera colectiva. Ese algo es una visión de la sociedad, eso que es lo mejor para la mayoría de las personas: el bien común. Aunque no intento definir el bien común, me interesa saber quién lo define y por qué.
El sistema político
Entre los académicos existe un consenso casi unánime sobre la transición de México del autoritarismo hacia la democracia y un acuerdo de que el sistema continúa evolucionando.
Roderic Ai Camp es quien mejor describe los cambios del sistema actual, argumentando que “es democrático, pero aún se está consolidando; está dominado por una presidencia declinante, con ramas legislativas y judiciales de crecientes influencias; está construido sobre una cultura política contradictoria que incluye cualidades liberales y autoritarias; se caracteriza por sus rasgos económicos internacionales embebidos en sus estructuras locales; padece consecuencias psicológicas y políticas debido a su proximidad con los Estados Unidos; y refleja la importancia creciente de nuevos actores, incluyendo las ONG y los gobiernos estatales y locales.” vi Sin embargo, en México no se puede asumir que existe la fe en la democracia como tal. Esta tensión relacionada con el bien común y la correcta visión para el país son críticas al llevar a cabo un análisis del rol del CMHN dentro del proceso político.
El sistema económico
El legado de autoritarismo de México también acecha sobre su economía. A pesar de la transición del país de una economía nacionalista, proteccionista y controlada por el Estado entre los años 40 y 60, hacia una economía de mercado libre emergente en 2013, aún conserva rasgos anti competitivos que impiden la realización de su potencial económico completo.
Actualmente, la población mexicana asciende a 115 millones, de los cuales aproximadamente 50 millones son trabajadores activos y otros 10 a 15 millones trabajan en los Estados Unidos. De las personas que trabajan en México, dos tercios lo hacen dentro de la economía informal donde no pagan impuestos regularmente ni reciben prestaciones de ley. Existen cientos de miles de pequeñas empresas en México, de las cuales el 90% tiene menos de cinco empleados. Sin embargo, desde 2009, un puñado de empresarios acaudalados, 48 para ser exacto, y sus familias ejercen influencia sobre 27% del producto interno bruto (PIB) aproximadamente. 1 En definitiva, la economía mexicana aún sufre limitaciones debido a la exclusión, informalidad, inequidad y consolidación. A partir de aquí, voy más allá de las definiciones con el propósito de analizar algunas teorías específicas.
Teorías de la Sociedad Civil y de la Acción Colectiva
Entre los académicos mencionados aquí, existe un fuerte consenso de incluir a las asociaciones empresariales como parte de la sociedad civil, cuyo argumento principal afecta a la democracia. Como sociedades colectivas, las organizaciones empresariales pueden organizarse para aumentar la participación en el mercado, influenciar el entorno regulatorio y hasta moldear otros aspectos de la sociedad. Esta última función – que esencialmente define el bien común – involucra a las asociaciones empresariales con otros sectores de la sociedad, en especial con el Estado, lo cual puede tener consecuencias positivas para la democracia siempre que las empresas en sus esfuerzos por determinar el bien común mantengan un equilibrio público frente a otros grupos interesados. Sin embargo, la utilidad de las asociaciones empresariales fracasa cuando sus acciones tienen el efecto contrario, como hacer política por encima del escrutinio público con la consecuente falta de rendición de cuentas.
La teoría de la acción colectiva evalúa a los grupos dentro de sus propios términos, incluyendo sus motivaciones para la agregación y características organizativas. Mi tema de investigación, el CMHN, es una asociación empresarial. Hace medio siglo, sus miembros eligieron la acción colectiva como estrategia para influir en la toma de decisiones pública. Las amenazas constituyen el factor principal de motivación detrás de la acción colectiva de negocios, en especial entre las asociaciones abarcativas (EBA, por sus siglas en inglés) tales como el CMHN.
Francisco Durand y Eduardo Silva determinan que las serias amenazas hacia el sector privado fueron el factor determinante en la aparición de estas asociaciones, ya que las empresas perdieron la confianza en la capacidad del gobierno para mantener el status quo. vii La aplicación de la teoría de acción colectiva a las asociaciones empresariales nos ayuda a comprender la variación organizacional, el individuo versus las diferencias colectivas que motivan la acción y en particular el rol de las amenazas como factor causal en la creación de estas asociaciones.
Teoría de la Economía Política
La teoría de la economía política ofrece varias herramientas analíticas para describir y explicar la política empresarial en América Latina. De los eruditos prominentes, Ben Ross Schneider ha publicado la mayor parte de la literatura desde esta perspectiva, empleando dos teorías principales: estatista y cartera de inversión. La teoría estatista introduce el rol del estado, que no había sido adecuadamente teorizado en la sociedad civil o en la teoría de acción colectiva, y explica de mejor manera la variación a través de las asociaciones empresariales. En especial, aclara la importancia crítica del quid pro quo empresaspgobierno. Por otro lado, la teoría de la cartera de inversión devuelve gestión a las empresas y observa su reacción asociativa ante la acción del estado como una de las muchas inversiones políticas potenciales a su disposición. viii
Teoría de la Democracia
La amplia teoría de la democracia ofrece herramientas analíticas útiles para la comprensión de la política de negocios. Nuevamente, Schneider hace una contribución sustancial con dos preguntas especialmente importantes para el contexto mexicano: el apoyo de las empresas al autoritarismo, y la transparencia y la rendición de cuentas.
¿Cuáles son las estructuras – frente las ideologías – que determinan cómo se organiza el sector privado? Schneider postula que el acceso de las asociaciones empresariales al poder de la toma de decisiones políticas explica su apoyo hacia ellas. “O sea, el acceso privilegiado alienta en forma simultánea la acción colectiva y el apoyo al status quo, ya sean democráticos o autoritarios.” ix En otras palabras, la estructura de la relación empresas-gobierno es la variable independiente que mejor explica la lealtad empresarial hacia los regímenes existentes.
En cuanto a la política empresarial, la transparencia y la rendición de cuentas de la toma de decisiones pública, los dos argumentos principales dentro de esta relación muestran a las asociaciones empresariales como contrapesos para el sector público (dado que poseen los recursos y el poder para disputar el poder del estado) y como mecanismos de transparencia (principalmente a través de su papel como comentaristas en los medios de comunicación).
Aunque las dos funciones son concebibles, los resultados en la práctica todavía están por verse. Dada su posición de élite en la cima del sector privado de México como la EBA más influyente; ¿Cómo afecta el CMHN y su pobre historia de transparencia al resto de la sociedad civil, dado que no publica documentos, no posee un sitio web, ni hace declaraciones a la prensa después de sus reuniones? x Según Schneider, “la transparencia en la agregación de intereses y la representación mediante las élites empresariales al menos ofrece algunas oportunidades para la oposición de las organizaciones que no son de élite. Si por el contrario, las élites operan a través del clientelismo opaco, las organizaciones que no pertenecen a las élites cuentan con menos opciones para contrarrestar la influencia empresarial.” xi En conclusión, parecería que – al menos en el caso del CMHN – esta asociación empresarial poco transparente no pone en práctica las enseñanzas de los teóricos.
Teoría de la Élite de Poder
La teoría de la élite de poder es primordial para comprender los orígenes sociales de las élites mexicanas. xii Una faceta importante de la teoría es la de la cohesión, o la suposición de que el potencial para la existencia y cohesión de la élite radica en la cantidad de intercambios entre los líderes de los sectores público y privado. Camp centra su estudio inicial en este sentido en los orígenes de la élite – tales como su lugar de nacimiento – con el fin de determinar si ha habido, o habrá, mayor interconexión de élites. Concluye que la cohesión y la interconexión de las élites en México son menores a lo esperado y es poco probable que aumenten. xiii
El fulcro de su investigación examina la lucha por definir y moldear el bien común en México, según lo define el sector privado. La tensión que él analiza en la relación empresas gobierno – a la vez simbiótica y paradójica – es la de soberanía o, en otras palabras, quién tiene el control de la toma de decisiones pública. La teoría de Camp – esencialmente la del estado contradictorio – en última instancia evita las explicaciones tradicionales del estado y las élites, incluyendo sus variaciones marxistas, a favor de una visión del estado (y del presidente específicamente) como autónoma en relación con otros grupos, en especial los sectores sociales y privados que manipula en forma sistemática. xiv Como tal, la conclusión de Camp – a la que arribó mucho antes que Schneider – fortalece el argumento estatista para la política empresarial y la toma de decisiones pública.
Sin embargo, es de gran importancia el reconocimiento de la teoría de la élite de poder de las redes formales e informales y por lo tanto de la infinidad de formas en las que las élites interactúan para influenciar la toma de decisiones pública. En la próxima sección, examino una nueva teoría de aplicaciones fascinantes en el estudio de las políticas empresariales en México, una teoría que comienza donde Camp finaliza en el área del análisis de redes.
La Teoría de Redes de Protección Privada
El objetivo del análisis de redes es identificar, relacionar y hasta visualizar a los actores individuales dentro de las instituciones, grupos sociales, sectores de negocios, burocracias y demás o a través de ellos. Los actores individuales se convierten en parte de algo más grande que ellos mismos. Son nodos en una red desde la cual, hacia la cual y a través de la cual pasa la información. Más aún, las redes están en todas partes. Cuando las comprendemos, se fortalece el análisis de los procesos de toma de decisiones y de quienes toman las decisiones, los orígenes sociales e influencias, y las relaciones formales e informales.
Armando Razo, cuya teoría de redes de protección privada explica la influencia de la élite durante las presidencias de Porfirio Díaz entre 1876p1911, ofrece nuevas herramientas teóricas para comprender la política de negocios y el CMHN. Para Razo, la red social es como un cinturón de transmisión bidireccional; asimila el costo político y económico de la depredación en la actividad económica a cambio de asegurar la protección privada para quienes colaboran con la depredación. La protección privada depende del uso de las redes informales para permitir a los actores de la red tomar represalias en forma colectiva contra la depredación a fin de proteger los derechos de su propiedad privada. En teoría, al menos, el crecimiento económico no es necesariamente un bien público en la medida en que beneficia de manera selectiva a un grupo privado limitado, frente al bien común. Los intereses abarcativos se distribuyen a través de la red social y esencialmente se negocia un beneficiopselectivopparaplaplegitimación quid pro quo. En otras palabras, la “estructura de la red de privilegios especiales otorgados por el Porfiriato creó una importante masa de protagonistas cuyo incentivo era defender al sistema de la depredación.” xv Aunque claramente se requiere de más investigación, esta teoría podría ser aplicada al análisis de México desde 1911 y por lo tanto incluir asociaciones empresariales prominentes tales como el CMHN en el papel de ejecutor privado.
La naturaleza entrelazada de las redes formales e informales en México a través de las líneas políticas y económicas amerita mayor atención. En la sección final de este artículo, examino al CMHN a través del lente del análisis de las redes sociales como medio para comprender la naturaleza del entretejido de la élite empresarial de México y para extraer las primeras conclusiones sobre la influencia de la organización en la toma de decisiones pública. En definitiva, todas estas teorías intentan explicar cómo y por qué actúan las élites de negocios para influenciar la toma de decisiones pública. En la próxima sección, revisaré la historia de la política de negocios en México y realizaré un análisis especial del CMHN.
HISTORIA DE LA POLÍTICA DE NEGOCIOS EN MÉXICO
Una exploración crítica de la política de negocios, las élites y la toma de decisiones en México requiere primero de un contexto histórico. La transición del país hacia la democracia comenzó en 1929 con la creación del Partido Nacional Revolucionario, el precursor del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Mientras que las raíces de la democracia mexicana se remontan a este exitoso intento de unir las facciones en disputa después de la Revolución Mexicana originada en la década anterior, como diría la mayoría, la tarea de consolidar la democracia hoy aún no ha concluido, a pesar de las más de siete décadas de gobierno del PRI seguidas por más de una década de gobierno del Partido de Acción Nacional (PAN). La clave para asegurar la estabilidad política durante este periodo comparativamente extenso de transición democrática fue la legitimidad conferida al régimen por diferentes sectores de la sociedad a través de un sistema de incorporación formal e informal. Entre estos sectores, la comunidad de negocios proporcionó un apoyo sereno pero firme al partido gobernante. Mientras que el papel estabilizante de la comunidad de negocios es claro, el proceso por el cual ejerce su voluntad y expresa favor o desaprobación requiere de un análisis más profundo. A lo largo de este artículo, le presto atención a estas cuestiones, incluyendo cómo las empresas se organizan de manera colectiva para participar en la creación de políticas y en la toma de decisiones pública, también conocida como política de negocios.
La política de negocios en México, que es diferente a la de otros países, rara vez tomó la forma de una política partidista o de participación formal en la creación de las políticas. En 1920, después de la Revolución, los líderes del país excluyeron formalmente al sector privado de la toma de decisiones pública hasta que el PRI logró incorporar adecuadamente algunos sectores industriales en sus filas. Se acordó una continuidad formal informal dentro de la cual se permitió la actividad política de las empresas y de los empresarios. Según Luna, Tirado y Valdés, dado que la élite de negocios tenía acceso a la creación de políticas económicas y ejercía su influencia tras bambalinas, nunca se vio obligada participar en la política públicamente hasta fines de los años 80. xvi
En un estudio exhaustivo de miles de élites mexicanas a lo largo del siglo veinte, Camp ha dejado documentado que los líderes empresariales son especialmente conscientes de que su habilidad para operar depende de la autorización del Estado. En consecuencia se puede decir que la continuidad formal-informal de la política de negocios está tan internalizada o autoimpuesta como condicionada por los líderes del Estado o del partido. En su investigación, Camp encontró que las actitudes de los líderes empresariales relacionadas con la participación política varían ampliamente desde quienes creen que el sector privado debe participar activamente en el desarrollo económico hasta quienes sostienen que cualquier tipo de participación constituye un suicidio de “clase.” xvii Esta variedad de interpretaciones del papel del sector privado son críticas en el momento de comprender las formas sutiles y manifiestas, públicas y privadas, y formales e informales en que los negocios y la política se han entreverado en México.
La historia política y económica de México no estaría completa sin una evaluación del sistema transversal de camarilla. Camp describe a la camarilla, o círculo político, como el “cemento del sistema político mexicano,” que proporciona un “vínculo humano que reúne a grupos dispares en un equipo fluido y dinámico de liderazgo político.” La importancia de la camarilla radica en tres variables: la amistad, el grado de desigualdad social (que conlleva a depender de los lazos personales) y la confianza personal. Sin embargo, las tres fuentes de la camarilla son familia, educación y carrera. xviii
Una distinción latente pero sumamente importante en el análisis de Camp es la del poder público, que “desde los días de la colonia ha tenido mayor prestigio que el poder privado.” xix Esto se ve reforzado por la imagen históricamente negativa del sector privado. El fenómeno de la camarilla también es importante para las relaciones de política y negocios, dado que “la conducta de la política se refleja en la cultura en general.” xx El ejemplo más claro de Camp es la educación privada, que siendo la más buscada por los políticos y los líderes empresariales en México y en el exterior, es donde se originan las ideas económicas y políticas.
Desde la Revolución Mexicana, la política de negocios se ha desarrollado ampliamente de forma paralela al sistema político y, a pesar del corporativismo formal de las asociaciones comerciales e industriales en el aparato del gobierno, las élites del sector privado se vieron limitadas a un acceso informal dentro del partido gobernante. Sin embargo, mediante la combinación de la camarilla, las estrategias para retener los ahorros y las inversiones y la creciente concentración de poder empresarial gracias a un entrecruzamiento de cargos directivos y relaciones públicas y privadas entre las élites, durante los años 60 se dieron las condiciones para la creación de la cúpula de cúpulas en México.
HISTORIA DEL CONSEJO MEXICANO DE HOMBRES DE NEGOCIOS
López Mateos (1958-64)
La creación del Consejo Mexicano de Hombres de Negocios en 1962 dejó una marca indeleble en la presidencia de Adolfo López Mateos. Poco después de ser elegido presidente, el sector privado presenció con alarma y escepticismo una gran cantidad de eventos, tales como el apoyo hacia la Revolución Cubana por parte del presidente electo, y la percepción generalizada de una tendencia izquierdista hacia la “socialización.” El mayor temor entre los hombres de negocios era el comunismo. Mientras que estas amenazas se habían disipado por completo en el momento en que se fundó el CMHN dos años después, la impresión que dejaron en los fundadores de la organización fue que la élite de negocios de México requería de un diálogo al más alto nivel, así como también tener un acceso directo y con regularidad con el presidente. En consecuencia, la motivación principal para la creación del CMHN en septiembre de 1962 fue política y estuvo orientada hacia la estabilización de la economía y del papel protagónico que tendrían las élites empresariales en su desarrollo. xxi
Al principio, el CMHN reaccionó ante las amenazas antes mencionadas promoviendo una imagen positiva entre los inversionistas extranjeros, en especial en los Estados Unidos, del compromiso del Estado Mexicano y del sector privado para resolver la crisis económica. Toda preocupación del CMHN relacionada con el rumbo de la economía era comunicada directamente al presidente en términos “de colaboración y apoyo.” xxii De manera recíproca, el propio López Mateos alentaba a los empresarios individuales a unirse a la organización y apoyar abiertamente si misión. xxiii Esta postura empezó a demostrar el quid pro quo que ha definido la relación del CMHN con el Estado durante cincuenta años: el acceso privado a la toma de decisiones pública a cambio de la legitimación de la presidencia por parte de las empresas.
Díaz Ordaz (1964-70)
La presidencia Díaz Ordaz fue notable por la implementación de la práctica del acceso-a-la-legitimación entre el CMHN y el Estado. Empezando con la entonces candidatura a la presidencia de Gustavo Díaz Ordaz en 1963, el CMHN comenzó con una inquebrantable tradición de reunirse con los candidatos más importantes en la sucesión del partido gobernante. Durante esta práctica que fue conocida como la pasarela, este grupo de élite de hombres de negocios escucharían a los candidatos presidenciales del PRI con mayores posibilidades de acceder al poder e intercambiarían ideas con ellos.
La ventaja del acceso a la legitimación con la que contaba el CMHN a diferencia de otras asociaciones empresariales se obtuvo dentro de un escenario global donde el sector privado se abstenía de participar en la política electoral a cambio de oportunidades de desarrollo económico e inversión. xxiv Sin embargo, a partir de los años 70, la inequívoca relación de apoyo que le brindaba el CMHN al PRI enfrentaría su primer obstáculo.
Echeverría Álvarez (1970-6)
La elección de Luis Echeverría Álvarez a la presidencia de México coincidió con una fase más notoria y tumultuosa de la acción colectiva de las empresas, incluyendo la reacción del CMHN que dejó de lado su papel de “agencia de relaciones públicas” a favor de una intervención directa en los debates políticos. xxv El sector privado inmediatamente interpretó los nuevos planes del presidente para expandir la participación del Estado en la economía como una amenaza, lo que acarreó tres consecuencias muy importantes. Primero: las empresas se alinearon con firmas extranjeras frente al sector de empresas controladas por el gobierno.
Segundo: también se alinearon en contra de las políticas del Estado de otras formas, en el preciso momento en que el Estado necesitaba una legitimación después de la masacre de Tlatelolco. 2 Y tercero: la acción colectiva de las empresas se fortaleció, debido a que muchas de las acciones y políticas adoptadas por Echeverría eran contraproducentes para al sector privado. xxvi Desde la perspectiva del CMHN, la presidencia de Echeverría marcó inmediatamente una desarticulación de la relación patrón-cliente que era el soporte del concepto del acceso para la legitimación, así como también los intereses compartidos entre las élites política y económica.
Consejo Coordinador Empresarial
Desde 1973 hasta 1976, la relación estado-empresas se tornó cada vez más turbulenta. Cuando el CMHN tuvo el presentimiento de que la ideología de Echeverría se tornaba radical, y con la ansiedad de ganar influencia con el reemplazo del presidente y con el deseo de que un modelo económico neoliberal fortaleciera la empresa libre, el CMHN, junto con cuatro asociaciones corporativas y Coparmex, la asociación de empleadores, formaron el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en 1975 como “el brazo político del sector privado.” xxvii A diferencia de la relación del acceso-para-legitimación-informal del CMHN, el CCE es el interlocutor formal con el gobierno y el principal representante de las élites con asociaciones de los sectores industriales, de comercio, de servicios, financieros y agrícolas. xxviii
No se debe exagerar la importancia de la estrecha relación entre el CMHN y el CCE. Desde la presidencia de Echeverría, el CMHN había buscado el momento oportuno para hacerse público sin comprometer su discreto perfil y la posición elitista de sus miembros. xxix En consecuencia, tanto el CMHN como sus miembros invirtieron generosamente millones de dólares anuales en el CCE desde su creación en los años 70, con el fin de capacitar al personal y mejorar capacidades técnicas de la organización. Hacia fines de los años 70, esta inversión comenzó a pagar dividendos al CMHN y a la élite empresarial de México.
López Portillo (1976-82)
Desde todo punto de vista, el CMHN recibió con agrado la elección de un secretario de economía y promotor de la “modernización,” el Secretario de Hacienda, José López Portillo, como Presidente de México (1976p82). En 1979 y por primera vez desde sus comienzos, el CMHN le comunicó formalmente al presidente su intención de tomar parte en la política local. xxx Debido a esto, la organización debió reformar sus estatutos, que hasta ese momento se limitaban a reglamentar el apoyo que se brindaría en temas económicos y relaciones públicas en el extranjero. xxxi El cambio en la estrategia del CMHN fue consistente con la nueva relación gobiernopempresas después de la creación del CCE en 1975.
Nacionalización de la banca
Un mes antes de terminar su periodo en 1982, López Portillo hizo lo impensable, nacionalizó la banca mexicana. Este único acto constituyó un cambio en el mecanismo del apoyo tácito que el sector privado le brindaba al sistema. xxxii De aquí en adelante, el CMHN “perdió toda perspectiva y posibilidad de calcular ‘la toma de decisiones,’ lo que representaba la pérdida de la racionalidad y la concreción de su peores miedos.” xxxiii Este evento reviste gran importancia teniendo en cuenta que solamente dos días antes de anunciar la decisión, López Portillo se había reunido con el CMHN pero nunca mencionó la inminente nacionalización. Más aún, este evento marcó un nivel de participación adicional y más activo por parte del CMHN en los asuntos de índole pública más allá de su relación privada con la presidencia, la cual, no obstante, continuaría siendo la plataforma más efectiva de la organización a través de las décadas: estableció la primera vez que el CMHN ejerció activamente la acción colectiva con otros grupos de negocios.
De la Madrid Hurtado (1982-8)
El recientemente electo Presidente Miguel de la Madrid se reunió con el CMHN por primera vez en agosto de 1982, tres meses antes de la privatización de la banca. xxxiv Todo indicaba que el CMHN aprobaba las posiciones políticas presentadas por él durante la pasarela.
Sin embargo, aún antes de asumir su cargo, de la Madrid ya recibía importantes críticas del sector privado, en especial del CCE que exigía que el gobierno cancelara la nacionalización. De la Madrid hizo oídos sordos a esto y contrariamente convirtió la nacionalización en ley y reforzó el papel del Estado en otros sectores de la economía. xxxv De todas maneras, en pocos meses la nueva administración buscó y recibió la participación del sector privado en discusiones sectoriales para reactivar la economía, lo que le proporcionó al CMHN y al CCE una oportunidad de restablecer sus diferentes relaciones con el gobierno y volver a influenciar la toma de decisiones. Estas discusiones económicas marcaron un nuevo capítulo en la economía política de México, lejos de la era revolucionaria, nacionalista, social retórica y la participación del estado que caracterizó a la nación por más de medio siglo y hacia el modelo de desarrollo neoliberal del Fondo Monetario Internacional (IMF, por sus siglas en inglés). De la Madrid se reunió once veces con el CMHN, más que ningún otro presidente, de acuerdo con los archivos de esta asociación. xxxvi De manera lenta pero segura, las heridas comenzaron a sanar en la relación gobiernopempresas, permitiendo una mejora en la estabilidad social. Finalmente, de la Madrid escuchó las inquietudes del sector privado, privatizando nuevamente las aerolíneas y algunas instituciones financieras y realizando una apertura de la economía a la inversión privada. xxxvii
Salinas de Gortari (1988-94)
La pasarela, iniciada décadas atrás como una práctica informal, fue formalizada en 1987 cuando el Presidente de la Madrid solicitó una reunión en forma privada con todos los precandidatos a la sucesión. Aparentemente, su intención era brindarle legitimidad democrática al cambio de guaria del PRI, aunque estuviese bajo la conducción de un puñado de élites. El Presidente pretendía que se continuara con las reformas económicas comenzadas y necesitaba de la ayuda del CMHN para legitimar el proceso. Básicamente, Carlos Salinas de Gortari (1988p 94) era el candidato preferido tanto de Miguel de la Madrid como del CMHN.
Inmediatamente después de su elección, Salinas reafirmó los vínculos firmes existentes con el CMHN y colaboró con el Consejo en una amplia gama de temas, incluyendo la reforma de leyes con el fin de facilitar los negocios. A cambio de su acceso a la presidencia, el CMHN cumplió con su parte del trato promoviendo la imagen de Salinas en el exterior, brindando apoyo financiero al sector privado y apoyando las negociaciones mexicanas por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y también legitimando la presidencia. xxxviii En definitiva, la visión tecnocrática de la economía política de Salinas se ajustaba perfectamente con la creciente preferencia del CMHN de proteccionismo y neoliberalismo. Finalmente, las políticas de Salinas terminaron aumentando la desigualdad económica, concentrando mayor riqueza en manos del CMHN y otras élites empresariales, y básicamente desencadenaron la Crisis del Peso en México en 1995.
Privatización
El distintivo característico de la presidencia de Salinas en lo que respecta a los miembros del CMHN y sus grupos empresariales fue la privatización de las compañías paraestatales y las industrias. La privatización constituyó el centro de la reestructuración de las políticas económicas y el vehículo para la consolidación de los negocios y la concentración de la riqueza.
A pesar de que de la Madrid comenzó con la venta de las compañías que eran propiedad del Estado, Salinas se apropió de su rol como vendedor principal, llevándolo a nuevos niveles y vendiendo prácticamente todas las compañías paraestatales salvo unas pocas. xxxix De acuerdo con Álvaro Vargas Llosa, una caracterización apropiada de este momento de la historia fue que la entrega de las empresas del Estado a manos de sus secuaces, se convirtió en una norma bajo condiciones de monopolio, lo que exacerbó un sistema caracterizado por el control de la élite sobre la toma de decisiones pública. xl El proyecto Salinas fortaleció la estructura oligárquica, mayormente en manos de los miembros del CMHN y aumentó la pobreza en México. xli
Tratado de Libre Comercio de América del Norte
En términos de la reforma económica, el proyecto más importante fue el tratado de libre comercio entre México, Canadá y los Estados Unidos, que se efectivizó en 1994. Antes de que comenzaran las negociaciones del TLCAN, el CCE creó la Coordinadora de Organizaciones Empresariales de Comercio Exterior (COECE) en junio de 1990, la cual recibió el apoyo del gobierno y fue principalmente financiada por el CMHN. Su objetivo era el de presentar un frente común con el fin de obtener los mejores resultados en la negociación del TLCAN. En términos de política empresarial, el COECE representó un momento de unidad a nivel nacional dentro del sector privado. xlii Sin embargo, estructuralmente favoreció a los grandes grupos empresariales y exportadores, causando descontento entre las empresas locales y regionales y las pequeñas y medianas empresas. xliii
Escribiendo sobre las negociaciones del TLCAN, Strom Thacker concluye que la exitosa adopción, implementación y sustentabilidad de una política de libre comercio depende de dos condiciones: 1) la política necesita un padrino político, y 2) requiere de la movilización de una coalición de apoyo político para poder ser implementada y sostenida con éxito. xliv
Dentro de este marco, el TLCAN recibió el padrinazgo político de Salinas y un fuerte apoyo político y económico del COECE, creado por el CCE y financiado por el CMHN. Más aún, el Coordinador del Sector Privado en la negociación del TLCAN fue Juan Gallardo Thurlow, miembro del CMHN y propietario mayoritario del grupo de negocios Geupec, asociado con PepsiCo. xlv
Zedillo Ponce de León (1994-2000)
Ernesto Zedillo fue el primer presidente en treinta años que no participó en la pasarela del CMHN-PRI. Esta decisión se tomó a petición de Salinas con el propósito de evitar que se acrecentara la opinión pública contraria al régimen, después del asesinato del popular candidato presidencial del PRI Luis Donaldo Colosio, en marzo de 1994. xlvi De todas maneras, un mes después de designarlo como el candidato para suceder a Salinas de Gortari, el CMHN se reunió con Zedillo a pedido de este último para proporcionarle una lista de resoluciones que debería tomar cuando asumiera el cargo. xlvii En cuanto a la élite empresarial, se puede decir que el desarrollo más significativo de su presidencia fue el rol que desempeñó el CMHN no sólo como legitimador de la autoridad presidencial sino también de la viabilidad económica de México. A partir de 1995 y continuando hasta la fecha, el CMHN anuncia públicamente su compromiso de inversión anual en el país, que representa típicamente el 10p15% del total de la inversión privada. xlviii
La Crisis del Peso y Fobaproa
En febrero de 1995, frente a altísimas tasas de interés y los inversionistas extranjeros en pánico, el Secretario de Haciendo y Crédito Público, Guillermo Ortíz Martínez, seguido por el mismo Presidente Zedillo, se reunió con el CMHN con el fin de aquietar las preocupaciones y alentar un mayor crecimiento de la exportación después de la reciente devaluación de la moneda del país. El efecto de este fenómeno para la élite del sector privado de México a largo plazo fue impulsar la competitividad internacional a través de alianzas estratégicas con firmas de los Estados Unidos y la influencia nacional con empresas locales menos exitosas. El mensaje del CMHN a Zedillo era continuar con la política económica de Salinas mientras avanzaba con otras reformas. Además ejerció presión para que el gobierno controlara la inflación y lograra la estabilización de la tasa de cambio.
Para empeorar la situación, las altas tasas de interés y la subsecuente devaluación de la moneda también provocaron un problema de liquidez para el sistema bancario nacional, que en 1995 requirió del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa) para rescatar a los bancos mexicanos. Esta jugada destruyó efectivamente la propiedad mexicana sobre el sistema bancario privado, y afectó los intereses de muchos miembros del CMHN permitiéndole a los bancos extranjeros un importante avance dentro del sistema financiero.
Las ramificaciones de la Crisis del Peso mexicano y del rescate bancario tuvieron un alto costo no sólo para la economía sino también para el sistema político. La crisis aceleró el fin del monopolio del PRI, provocando una pérdida de confianza de los votantes antes de las elecciones de mitad del periodo 1997, cuando el PRI perdió su mayoría en la Cámara de Diputados por primera vez en casi setenta años.
Fox Quesada (2000-6)
Después de la derrota del PRI en la campaña presidencial del 2000, el presidente electo Vicente Fox Quesada del PAN tuvo la oportunidad de interrumpir la relación de acceso-para-la- legitimación entre las élites empresariales y el Estado. Sin embargo, estas expectativas se desvanecieron parcialmente apenas tres semanas después de su elección cuando Fox, que había sido un ejecutivo de negocios con anterioridad, se reunió con el CMHN durante un almuerzo organizado por el presidente de Banamex, Roberto Hernández, un antiguo compañero de la universidad. xlix La presidencia de Fox definitivamente marcó un impasse con el pasado, y se puede decir que fue la administración más favorable para las empresas mexicanas en su historia.
Aunque los contactos informales de la élite continuaron entre los sectores público y privado durante la administración de Fox, la negociación de acceso-para-la-legitimación sufrió notablemente. En 2001, la relación entre la nueva administración y los miembros del CMHN que inicialmente fuera cordial, se había debilitado cuando los miembros del CMHN comenzaron a perder la confianza en la habilidad del Presidente para aprobar las reformas estructurales.
Finalmente, en febrero de 2004, el CMHN y el CCE conjuntamente decidieron declinar su participación en un nuevo acuerdo político propuesto por la administración. En consecuencia, el CMHN suspendió sus declaraciones anuales de inversiones económicas desde 2001 hasta 2008, aunque las reuniones mensuales con Fox continuaron, pero bajo un clima de malestar. l
Calderón Hinojosa (2006-12)
Al igual que Fox, el Presidente Felipe Calderón pertenecía al PAN y nombró a individuos prominentes pertenecientes al sector privado en puestos de influencia dentro de su administración. Notablemente, Calderón continuó con la tradición de reunirse con el CMHN y reinició la práctica de recibir el anuncio anual de inversión privada del CMHN. li A diferencia de la presidencia de Fox, la administración de Calderón favoreció un ejecutivo fuerte con menos dependencia en el corporativismo social. En cambio, buscó fomentar el pluralismo por medio del cual los arraigados poderes políticos de administraciones pasadas o poderes políticos de facto fueron incapaces de ganar un punto de apoyo. En consecuencia, se alentó la participación de asociaciones empresariales, en especial el CCE. Coincidiendo con el fin del domino del PRI sobre la política presidencial, el CMHN perdió su acceso automático al poder ejecutivo. Por lo tanto, a lo largo de la década del 2000, la organización fue más locuaz con los medios de comunicación mexicanos. lii]]>
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